Es lo que digo yo: Un espectáculo bochornoso.

Talavante. Foto: TADEO ALCINA.

Por Luis Cuesta – De SOL y SOMBRA.

Lo de ayer en la Plaza México fue un espectáculo bochornoso, una auténtica pachanga con regalo de orejas y de toros que ni en una capea de pueblo podemos ver con regularidad. La tercia anunciada se enfrentó a una corrida tan escandalosa de presencia como mansa de comportamiento. Pero la verdad es que no pasó nada y el benévolo público asistente con la complicidad del juez de plaza bendijeron el abuso y de esta manera contribuyeron a hundirle más la estaca a la fiesta brava en la capital.

Qué pena que se haya perdido el sentido de la exigencia. Qué triste que los taurinos hayan impuesto un espectáculo sin toro, y qué suerte que todavía haya gente, ayer hubo cerca de quince mil, que aún se retraten en la taquilla con la esperanza de un milagro.

Para el tercer festejo de la temporada grande se anunció una corrida de toros de la ganadería de Marrón, pero no hubo tal. Lo que salió por chiqueros fueron un rebaño de borregos y una cabra; mejor dicho: cinco borreguitos -primero, segundo, tercero, quinto y sexto- una cabra en cuarto lugar y un borregote corrido en séptimo lugar.

No hubo enfado en la plaza, porque ya se sabe que los públicos de hoy son generosos con los borregos inválidos y piden sus orejas quizás por lastima o tal vez por tristeza.

Abrió la tarde Arturo Macías, que salió algo más comprometido que en otras ocasiones. Entre pase y pase, y fueron muchos con su primero, de pronto lograba alguno templado y con verticalidad, pero la mayoría fueron derechazos sin emoción.

Con el cuarto, una cabra loca que jamás debió de haber sido aprobada por la autoridad, tuvo la santa paciencia de insistirle mucho para robarle alguna embestida.

Regalo uno más de la ganadería titular y aquí la pregunta ¿Qué necesidad tiene este señor de ponerse delante de estos ridículos borregos que no le van con su toreo espectacular? ¿Por qué él y otros tantos se empeñan en engañar al público que sigue pagando un boleto de buena fe? Algún día, lamentarán tantas osadías cuando esto se acabe.

Con el de regalo instrumento una faena engañabobos ante otro manso inválido, que en realidad era un muerto en vida.

Alejandro Talavante anda muy centrado, se le ve haciendo las cosas con mucho gusto y reposo, ayer dejo algunos detalles interesantes, pero ante los dos marmolillos que le tocaron en suerte era imposible conseguir algo positivo.

Regalo uno de la ganadería de Campo Real un toro con trapío, bravura y nobleza, pero justito de fuerza y la historia fue diferente. Talavante estuvo por momentos impecable, se plantó de verdad, tomo la muleta con la mano izquierda y dibujo unas tandas de naturales excelsos, con ligazón y de una belleza extrema en donde se hizo presente la magia del arte y la estética. Para terminar, unas ceñidas bernardinas pero fallo con el acero al primer intento, para después dejar una entera trasera y escuchar un aviso.

Cuando parecía que la tarde había finalizado sin trofeos para el extremeño, el juez Gilberto Ruiz se paró y asomo los dos pañuelos blancos ante el asombro de la afición. Nadie pidió las dos orejas y fue tan polémica e impúdica la concesión de los dos trofeos que unos cuantos aficionados (coherentes) protestaron con fuerza. Tan emocionado estaba el senil juez en su palco, que el propio torero le tuvo que recordar que el toro era de arrastre lento. Una vergüenza.

Saldívar también triunfo al cortar dos orejas excesivas al sexto. A su modo y manera, porque la estocada que le receto al astado fue trasera y algo caída. Aprovechando el momento de que la tarde se iba al precipicio y que sus compañeros habían regalado dos toros, Saldívar toreo por momentos al noble borreguito con la mano derecha con sobriedad y pundonor, con los pies bien asentados en la arena. Tras un final eléctrico con una serie de dosantinas y después de extender la faena hasta el exceso, se llevó dos orejas excesivas cuando una hubiera sido un justo premio.

Al final quedo la sensación de que este triunfo no se puede valorar de igual manera a los obtenidos en las semanas pasadas por El Payo y Sebastián Castella.

Corridas como las de ayer solo se celebran porque no hay afición; los toros de ayer no se protestaron ni se devolvieron todos porque el escaso público que asiste regularmente a la Monumental ya no entiende que está bien o que está mal, porque la gran mayoría ha crecido viendo domingo a domingo el mismo espectáculo decadente desde hace muchas temporadas.

¿Y qué decir de la autoridad que admite todo tipo de trampas y engaños al aficionado? La actuación del juez de plaza Gilberto Ruiz Torres ayer fue lamentable. Ante esta manera de proceder nada mas nos queda decir: ¿A quién defiende la autoridad?

Al final salieron en hombros Saldivar y Talavante, pero se les hubiera reconocido el detalle de negarse a hacerlo y con ello hubieran demostrado un poco de vergüenza torera.

Los taurinos quieren que cerremos los ojos para no ver la profunda decadencia de un espectáculo que no va a necesitar de anti taurinos ni de leyes para que pronto desaparezca o se convierta como la charrería en un espectáculo minoritario.

¡Qué pena que la fiesta en la capital este tocada y desahuciada! Todavía están a a tiempo de salvarla pero: ¿A quien le importa realmente?

Es lo que digo yo.

Twitter @LuisCuesta_

5 respuestas a “Es lo que digo yo: Un espectáculo bochornoso.”

  1. Al leer los comentarios que anteceden, me dejan pocos adjetivos para descalificar lo que ayer presenciamos muchos aficionados por la televisión, entre ellos un servidor.

    Hasta el hartazgo lo que ya como costumbre y cotidianamente sucede cada semana en ésa plaza de “trancas”, que es en lo que han convertido lo que antaño fue la plaza Monumental México, un coso que daba y quitaba a los toreros que no erean dignos de ella; la actual empresa, ganaderos amafiados, autoridades, medios de comunicación y una ignorante dizque nueva afición taurina del D. F.

    Pues los buenos y viejos aficionados, como alguien ya señaló, ya no van a que los roben con el costo de un boleto, por ver una verdadera corrida de toros y los que todavía van pues, son los periodistas o críticos taurinos, para que los matadores en turno, a través de sus “achichincles”, les dén el clásico sobre conteniendo dinero y boletos de entrada. de otra manera no irían.

    Lo de las dos orejas que el pinche juez le concedió al torero español, fue una mentada de madre para la seriedad de la fiesta la cuál, ya no existe en la “capirucha” y queriendo quedar bien con su amo el tal “perrerías”, por el brindis que le hicieron a su cónyuge pues le dio rienda suelta a su fiel y humillante servidumbre.

  2. Se rebaso ya todo limite de desvergüenza y de cachondeo, pero sobre todo de pasividad por parte del publico. Y es que el aficionado de verdad, el conocedor, el que exige; hace mucho que se salió de la plaza, que ya no va, ya sea por voluntad propia o por voluntad divina. Ayer desfilaron una manada de borregos infames, que salvo el cuarto, poco se protestaron y quienes lo hicimos recibimos las fulminantes miradas reprobatorias de quienes estaban junto, a los que sólo les importa pasársela “bomba” entre chela y chela. Y a quienes protestábamos la falta de trapío y de bravura, la premiación excesiva, el mísero juego de los borreguillos ante los cuacos, nos llamaban “locos amargados” A que vienen si nada les parece? preguntó una señora – muy guapa- que toda la corrida se la paso tomando y tomándose fotos pal “feis”…. Así, que ganas de volver el domingo que viene??

  3. Triste la imagen de Saldivar exigiendo la segunda oreja, desconcertante la reacción de una afición que como bien apuntas Domingo a Domingo se receta lo mismo y aunado a lo que escucha en la transmisión por Unicable o en medios tendenciosos, cree que es lo normal y deja a un lado la exigencia que en otros tiempos merecía la plaza mas importante de América para entregarse a la coba y ser un cómplice mas del desastre en que se está convirtiendo la fiesta.
    Al estar anunciada la ganaderia de Marrón algunos esperaban algo distinto a lo que salió por la puerta de chiqueros. En quince días viene Miguel Angel Perera a lidiar otra de las ganaderías favoritas de las figuras, Bernaldo de Quirós, que en los últimos años se ha caracterizado por su mansedumbre y falta de casta, normal será leer comentarios como los de hoy.

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