“Cuando se torea verdaderamente a compás, se lleva al toro enganchado en la muleta, con el brazo, con la cintura, con todo el cuerpo, pero, sobre todo, se lleva enganchado con el alma.” Rafael Comino Delgado.
Por Miriam Nosti.
La proxémica es la disciplina que estudia los efectos relacionados con la proximidad/separación entre individuos. Esta es mi interpretación en cuanto la distancia Toro-Torero y su evolución a lo largo de la faena, en este texto exploro desde esta perspectiva, el proceso de adentrarse en los terrenos del toro de lidia, en esa “dimensión oculta”, y su repercusión.
Toro y torero se entienden y conocen durante el transcurso de la lidia, la comunicación entre ellos, en el ruedo, al igual que en una relación interpersonal evoluciona. Los sentidos juegan un papel fundamental: vista, olfato, oído y tacto, van proporcionando elementos e información que generan una idea para tratar de interpretar lo que podrá llegar a ser, pensar en los recursos de los cuales hay que echar mano y ver qué es lo que la otra parte tiene para dar.
Cada tercio es una etapa para traducir el lenguaje del otro bajo diferentes circunstancias; si a esto sumamos el instinto y la experiencia, se tienen las armas para demostrar lo que se lleva dentro, la bravura en el toro, temple y valor en el torero, para al final, alcanzar un punto de entendimiento o comprensión donde la distancia se va acortando, la experiencia se intensifica al estrecharse la proximidad física y emocional, ambas partes demuestran la casta, las tandas fluyen, la sinergia genera arte que se transmite al tendido; donde desde la distancia, pero siendo parte y testigo, el aficionado transforma esta conexión en emoción, cuando se dice que una buena tanda vale toda una tarde y que por eso es que “a los toros no se va a divertirse, se va a emocionarse”.
Ese es el punto que se busca alcanzar en una corrida. La conexión franca entre los partícipes, hace que los adornos salgan sobrando y se dé naturalmente, sin forzar nada. Hay quienes prefieren el lucimiento y quizá sean pocos los toreros que buscan el entendimiento del toro para poder acercarse a él, es cuestión de gustos.
Al igual que nosotros con los que nos rodean, el torero mide su distancia con el toro y, entre más corta sea esta, más intensidad tendrá la relación y la reacción que produzca.
Así esperamos que sea cada tarde, qque tanto toro como torero, logren ese punto de proximidad para engancharse con el alma y QDRS.
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