​Ocho con Ocho: Tupinamba Por Luis Ramón Carazo

Mientras se lidiaba la bien presentada corrida de La Estancia el 26 de febrero de 2017 aunque infumable de comportamiento por su manifiesta mansedumbre y no digo más.
Por mi cabeza pasaba el nombre con el que bautizaron al toro 13 de la ganadería con el nombre de un café que para quienes hemos platicado con aficionados del siglo pasado, que era un lugar mágico donde en los años cuarenta y cincuenta se reunía la crema y nata de la torería, la prensa, todos los profesionales del toreo y desde luego la afición.

Contribuía desde luego que por aquellos años la vida de la ciudad pasaba por el centro y por ejemplo la empresa que encabezaba el doctor Alfonso Gaona, se ubicaba a unas cuadras de Bolívar 44, que era la dirección del sitio de referencia, por eso afirmo que el corazón de la capital latía en lo que hoy le llaman Centro Histórico.

Prevalecía la tertulia, para charlar después de los festejos como se relata en el clásico libro de Luis Spota “Más cornadas da el hambre” que usa de escenario al Tupinamba pues mucho de la novela  fue inspirada entre otros personajes por El Ciego Muñoz quién más bien atendía en el café de chinos El Cantonés, la famosa agencia taurina que hoy dirige su hija Bernarda y que estaba enfrente del primero.

Mi padre José Luis Carazo Arenero en sus épocas de novillero organizaba la peregrinación de los toreros en diciembre hacia la Basílica de Guadalupe, recuerdo una fotografía en la que entre otros participaba Carlos Arruza y partían de El Cantonés que era dónde más bien se reunían los novilleros.

Por dar algunos datos; el término tupinambá  significa el más antiguo o el primero, y se refiere a una nación indígena, los tupinambáes. Cuando se habla de los tupinambáes, se hace referencia a las tribus que conformaron la Confederación de los Tamoios, cuyo objetivo era luchar contra los portugueses, conocidos con el nombre de perós.

Los tupinambáes de la región sureste de Brasil ocupaban un amplio territorio que se extendía del río Juqueriquerê, en São Sebastião (São Paulo), hasta el Cabo de São Tomé, en el estado de Río de Janeiro. El grueso de la nación indígena vivía en las inmediaciones de la Bahía de Guanabara, donde explotaban las salinas, cuya producción vendían a los franceses, con quienes se aliaron cuando establecieron la colonia de Francia Antártica en la Bahía de Guanabara.

Pues tristemente, con el transcurrir del tiempo, hasta su desaparición el Tupinamba se transformó en el Esla,  que fue como lo conocí y recuerdo que existía todavía en los noventa del siglo pasado, con la añoranza del predecesor, pero ya sin la prosapia del primero.

Según platican quienes lo vivieron, era impresionante estar ahí, en especial los lunes cuando llegaba algún torero que había triunfado y ver como los contertulios se levantaban de sus sillas,  para de pie ovacionar la entrada de quién había realizado una faena destacada.

Desperté de mis cavilaciones con los buenos detalles de Rivera y en especial con la faena de Garibay cuando lidió al cuarto de la tarde el referido Tupinamba con un puntito de embestida mejor que el resto  y con Macías; pero los tres por más que intentaron no lograron más allá de un gallardo esfuerzo.

Y no fue una tarde aburrida, nunca lo es cuando hay un toro y un torero en el ruedo.

Solo es que me fui al túnel del tiempo,  al que acudimos los taurinos para recordar cómo era la fiesta antaño, ojala y las generaciones actuales con los datos incompletos nacidos de la memoria del que escribe durante la corrida, entiendan lo complejo y bello que es el toreo y, para las corridas que presentará La México en los siguientes días, no se pierdan la oportunidad de vivir el presente, pensando en el pasado y soñando con un futuro mejor para una de las tradiciones más arraigadas en nuestro querido México.

2 respuestas a “​Ocho con Ocho: Tupinamba Por Luis Ramón Carazo”

    • Estimado Sr.. Sé que de alguna forma este café emblemático significo y fue frecuentado por mis antepasados… me gustaría e infinitamente le agradecería alguna anécdota y fotografías.

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