San Isidro 2017: Un Victorino fiero salva al ganadero y Paco Ureña se la juega

Paco Ureña, durante su faena. AFP.

Por Carlos Ilián.

Una escabechina en el reconocimiento de la corrida que había apartado Victorino Martín, lo deja en mal lugar. Un resbalón inaceptable en un ganadero de su prestigio. Y el descalabro pudo ser mayor si no sale ese tercer toro, de nombre Pastelero, de fiereza desbordante, de un derroche de casta y codicia que encumbró la tarde y exigió a Paco Ureña un esfuerzo titánico. El torero desplegó la tauromaquia que combina el valor y el toreo más ortodoxo. Se fajó en los redondos sin concederse ventajas, embarcando la embestida feroz y ligando los muletazos, en series rotundas.

La prueba de fuego llega cuando Ureña se echa la muleta a la izquierda para pasarse las guadañas de la fiera por la taleguilla y cuajar unos naturales que parecían imposibles. Había que culminar con la espada y el torero se le juega para dejar un espadazo tendido que necesitó de tres descabellos. Acababa de perder una oreja de muchos quilates. En el sexto, con mal estilo, metiéndose por dentro, salvó el pellejo.

Alejandro Talavante estuvo exquisito al natural pero sin grandeza ante un victorino de embestida humillada y noble. Por el pitón derecho el toro se quedaba corto, pero Talavante se sacó de la manga una arruina que le puso el viento a favor y a pesar de un espadazo desprendido y un descabello cortó una oreja más que generosa. En el quinto cortó por lo sano ante un buey.

Y dos bueyes tuvo enfrente Diego Urdiales. El primero, morucho perdido y el cuarto, ah, el cuarto que engañó a muchos porque el torero tuvo la generosidad de dejarlo de largo en el caballo, muy de largo. El toro se arrancó dos veces y emocionó. Pero ¡ojo!, en la muleta fue un manso distraído y buscando las musarañas. Urdiales, en vez de enfadarse y taparse estuvo contemplativo y equivocó con su aparente desidia. Otra vez se va de vacío de Madrid.

Plaza de Madrid. Vigesimoséptima corrida. Lleno.

 Toros de VICTORINO MARTÍN (4), un toro fiero el 3º, un toro suave el 2º y cuatro de juego morucho, aunque el 4º fuera de largo al caballo.

DIEGO URDIALES (4), de verde botella y oro. Cuatro pinchazos, media estocada atravesada y dos descabellos (algunos pitos). Pinchazo y estocada delantera (algunos pitos). 

ALEJANDRO TALAVANTE (6), de malva y oro. Estocada desprendida y descabello (una oreja). Dos pinchazos y estocada (silencio). 

PACO UREÑA (6), de caña y oro. Estocada tendida y tres descabellos. Dos avisos (vuelta). Pinchazo hondo, estocada y tres descabellos (silencio).

Publicado en Marca

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