Bregando: Antonio Romero está de regreso

Por Jaime OAXACA. 

-Quiero ser torero. Le dije a mi mamá. -¿De verdad? Preguntó ella.

-Me compró un novillo, le dijo al ganadero: quiero el más grande para mi hijo.

-Oiga mamá, ¿por qué el más grande?

-¿Quieres ser torero, no? Pues ándele, a jugársela.

Esa anécdota la vivió el matador AntonioRomero en sus inicios. Me la platicó el jueves pasado en la ganadería de Piedras Negras, la histórica dehesa tlaxcalteca.

Si todos los toreros tuvieran una mamá como la del matador zacatecano, seguro que tendríamos una mejor fiesta.

Más de un diestro se daría cuenta si tiene vocación para jugarse la vida en serio. Además se acostumbrarían a torear grande y bravo, muy diferente de las carretillas que lidian algunos diestros que, aunque tengan fama, en cuestión de dignidad apenas si le llegarán a los talones a Antonio Romero.

El zacatecano sufrió una cornada muy grave en el recto, de delicada y dolorosísima recuperación. El cate puso en peligro la vida del coleta el pasado 19 de marzo, cuando toreaba por naturales en la plaza México a “Caporal”, un bravo ejemplar piedrenegrino.

En esas noches de dolor, de insomnio, de sombrías telarañas; en esos días de curaciones dolorosas, sondas, inyecciones, vendas, estrictas dietas, la vocación taurina de Antonio no mermó… se afianzó.

Transcurrieron 165 días a partir del percance para que el diestro zacatecano se volviera a poner frente a un toro.

¿Dónde? ¡En Piedras Negras!

¿A dónde más?

Valiente a carta cabal, convencido de su capacidad taurina, no lo dudó ni un momento. Aceptó la invitación del ganadero Marco Antonio González Villa. Así, el jueves 31de agosto llegó al  casco de la dehesa fundada en 1874. Se vistió de corto y de ahí al tentadero.

Dos vacas tentó el torero zacatecano. Una de ellas se resistió a ir al caballo y el ganadero no la aprobó, así se las gasta para conservar la bravura; no obstante, al diestro se le vio sereno, confiado, templando, con sitio, haciendo las cosas con torería.

Después le echaron un novillo. El brindis del matador Antonio Romero al ganadero MarcóAntonio González, fue conmovedor.

“Gracias por abrirme las puertas de su casa. En mi vida, como torero y como persona, siempre llevaré marcada la ganadería de Piedras Negras, ya que afortunadamente me tocó que me marcara para bien en mi vida como torero. Dios quiera que de esto venga algo muy bueno para nosotros”.

“Nos tocó pagar el tributo (la cornada), hay que hacerlo como torero para cumplir los sueños, realmente estoy dispuesto y qué mejor, para mí es un honor que haya sido un toro de su ganadería. Muchas gracias por todo, que Dios lo bendiga siempre y que Dios nos cuide a los dos”.

“¡Va por usted!”.

La respuesta del ganadero tuvo lo suyo:

“Que estés en Piedras Negras, que hayas regresado, para mí significa muchísimo. Te admiro, te respeto. ¡Qué valor tienes! Debes ser un triunfador en la vida porque después de esa tarde trágica y regresar a los ruedos te mereces el triunfo de toda la vida. Te deseo la mejor de las suertes y gracias por estar aquí”.

Nuevamente Antonio mostró que está puesto, que está listo de cuerpo y mente para reaparecer en público en una plaza de toros. 

Lo hará el próximo 16 de septiembre en su tierra, exactamente el día que cumple siete años de alternativa. Tiene firmadas otras cuatro toreadas y la promesa empresarial de regresar a La México. Parece que, por fin, la revolución le hace justicia.

Antonio Romero está de regreso.

Publicado en el Popular Popular 

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