Plaza de toros El Relicario, sábado 11 de mayo, novillada de feria, con media entrada en tarde de clima agradable, sin viento.
Por Jaime OAXACA.
Vaya tarde de toros que resultó la única novillada de la feria de mayo, de los siete novillos que se lidiaron todos tuvieron lidia, tanto que los bureles y sus ganaderos resultaron los triunfadores del festejo, los subalternos de a pie y los de a caballo bien en su función, realizando buenos puyazos, y bregas interesantes.
Destacaron Adolfo Sánchez, Pascual Navarro, Gerardo Angelino, César y Daniel Morales, Carlos Domínguez Márquez, por mencionar algunos. André Lagravere El Galo, el único espada, tuvo una tarde complicada, de poca fortuna, una lluvia de pinchazos con ocho avisos, no fue certero con las banderillas, con el capote sólo cumplió, prácticamente sin variedad, y solo tuvo algunos momentos lucidos con la muleta.
No se pintaron los tradicionales círculos en el ruedo, se trazó el cajón para la suerte de varas como corresponde a un concurso de ganaderías; además, los astados tendrían que ir un par de veces al caballo, había en juego 60 mil del águila pa’l ganadero triunfador. Fue Sergio Hernández Cosío, de Santo Tomás, el ganador. El jurado estuvo integrado por dos autoridades de plaza y dos matadores.
Torear en solitario, representa un compromiso contra el más difícil de los adversarios: uno mismo. No hay un momento de reposo, para analizar, para recibir consejos… para respirar. En un mano a mano o en tercia se compite contra otros, pero en la encerrona…
Abrió plaza un precioso novillo de Atlanga, ovacionado al salir al ruedo. Aceptables las verónicas de recibo. Bien picó Carlos Domínguez Márquez, el morito empujaba, fue do veces al peto. Dos buenos pares de Gerardo Angelino y uno del aspirante Gustavo Fabricio quien cumplió. Bien en los doblones de inicio y luego una faena derechista sin ajustarse. Se eterniza con la toledana y le suenan dos recados. Palmas al toro.
Cariavacado el de Fernando de la Mora, nada con la capa. Sólo un puyazo de Carlos Ibarra Rubio, el novillo no quiso ir al otro. El Galo invita a banderillear a Gustavo García hijo Solito quien realmente no era un sobresaliente, un cuarteo y un violín caído, por parte del matador, Solito falla en el primer intento, después se saca la espina. Víctor Barrientos y René García fueron los sobresalientes, ninguno tuvo oportunidad de intervenir. El novillo fue a la muleta con mucha calidad, el diestro logró buenos naturales, los mejores de la tarde, fueron tres o cuatro tandas de naturales, un desarme antes de tirarse a matar.
Pinchazo y tres cuartos de espada. Hay petición de oreja, el torero recoge la montera del brindis y aprovecha para saludar en el tercio. La gente ya no aplaude, aun así se arranca a dar la vuelta al ruedo; nadie la protestó. Palmas al toro.
Justito el de Los Ébanos, lo lancea a la verónica. El burel es pronto para la cabalgadura de Moisés López, pero en cuanto siente la puya Yucateco sale huyendo. Va nuevamente al caballo. Al quite navarras rematadas con una serpentina; bien a la brega Pascual Navarro. El novillero toma los palitroques: un cuarteo, un violín exponiendo en tablas, cierra con otro violín yendo de tablas al tercio. Le brinda su hermano, el matador Michelito. Rememorando a Rafael Gómez El Gallo (1882-1960), El Galo inicia su faena de muleta sentado en una silla logrando 2 o 3 pases, pretende cambiar de lugar la silla pero el novillo le hace el viaje, entonces torea con la muleta en la mano derecha y la silla en la izquierda, en una escena poco común, El novillo no es bobo, tiene nervio para embestir, el torero no se acomoda y tiene pocos momentos lucidos. Tres cuartos de espada y tiene que usar el verduguillo. Silencio al torero y se le concede arrastre lento a un morito que huyo al sentir la puya.
Enamoró a todo mundo Enamorado, un agalgado de la ganadería Toros de Santo Tomás, redundante el rubro, repitió con prontitud al capote y el diestro no se acomodó. El toro es colocado en el lugar correcto y se arranca con gran alegría a la cabalgadura de Daniel Morales, emocionante el momento, el varilarguero aguanta, el novillo empuja, Daniel da el mejor puyazo de la feria. El burel es colocado colocado nuevamente, sólo para comprobar que es capaz de ir nuevamente. Sólo dos pares de garapullos; Diego Bricio se luce colocando al toro para ser banderilleado por Adolfo Sánchez, el otro es del aspirante Fabricio. Una tanda de muletazos por la derecha rapidilla, una mejor por la izquierda y después no sucede nada relevante, el toro embiste, el torero no está a la altura, luego manoletinas, pide a la música la de acá, Qué chula es Puebla, más pases. Entera y descabello. Arrastre lento al toro que es muy ovacionado. Silencio al novillero.
De La Venta del Refugio es el quinto que hace cosas raras de salida, se frena, se va de los subalternos, pero luego acude al capote de El Galo, quien por primera vez en la tarde termina los lances de recibo en los medios. Orgulloso empuja fuerte al caballo de César Morales, pero tarda para ir al segundo puyazo, pide el cambio de tercio el novillero. Diego Bricio cita para el par de banderillas y un extraordinario quite de Adolfo Sánchez lo salva de un percance; Bricio y el aspirante cubren el tercio que consta de dos pares. El Galo inicia con la sarga por el lado derecho, dos tandas más, la gente no reacciona hasta que la banda interpreta la de acá, hay otra tanda, luego manoletinas de rodillas. Pinchazos, suena un aviso. Silencio al novillero y palmas al toro.
Escurridón de carnes es el sexto pero con leña en la sesera, nada con el capote, luego por chicuelinas andantes lo lleva al caballo, lo coloca más adelante de la línea, pica Juan Miranda; no se intenta el segundo puyazo. Solo dos pares coloca el matador un cuarteo y un violín muy caído. El último tercio lo inicia en los medio citando para un péndulo, Papagayo se arranca desde las zona de tablas, un pase más otro más por la espalda, par de tandas por naturales, ahora por derecha, El Galo se la juega iniciando una tanda con la arrucina, el novillo va cada que lo citan, otros pases más. Con la espada me parece hay un metisaca, más pinchazos, estocada, descabellos, dos avisos. Palmas para el toro y para El Galo.
Sale uno de regalo, es de Guanamé, de rodillas lo reciben a porta gayola, uno más ahora pegado a tablas, un par de chicuelinas de pie. Pica César Morales, pero ya sin colocarlo como al resto, tal vez porque no concursaba por ser obsequio. Dos cuarteos y un violín en banderillas. El novillo es pronto para embestir, es citado en los medios y va de largo, una tanda por la derecha, después los pases de pecho, hay un desplante de rodillas, molinetes, otro desplante, el novillero luce exhausto, más desplantes que aplauden unos cuantos. Pinchazo y media estocada. Una faena que no era de premios; sin embargo se pide la primera oreja el juez que la concede quizá por el esfuerzo de toda la tarde, ya enfiestados piden la otra y, sorpresa, se concede. Poco favor le hacen a la fiesta con un triunfo apócrifo. Palmas al toro y el novillero es sacado a hombros por su hermano y la ayuda de alguien más.