Por Carlos Ilián.
Hay cosas que no cambian y una de ellas es que la corrida del día 7, el del santo, suele ser un tostón de tomo y lomo. Habría que echar mano de la historia sanferminera para encontrar una tarde de toros importante en la fecha en que de verdad comienzan los sanfermines taurinos, la del primer encierro. Ayer se mantuvo este mal fario del 7 de julio y la corrida del Puerto de San Lorenzo ayudó con entusiasmo al bodrio.
Los cuatro toros del Puerto y sus dos hermanos de la Ventana (4º y 5º) con trapío para Pamplona, de sobra, pero su ausencia de casta resultó insoportable. Para colmo el quinto toro, un castaño muy serio y ofensivo era en el fondo un pobre animalito que terminó por echarse antes de que López Simón entrara a matar. Precisamente en ese trance posterior consiguió López Simón una gran estocada que aprovechó para darse una vuelta al ruedo muy trancon toda la frescura del mundo.
Emilio de Justo sorteó el mal estilo a la defensiva de su primer toro y en el cuarto entendió las pocas pero únicas posibilidades del toro, las que ofrecía por el pitón izquierdo y con mucha seguridad y de forma intermitente corrió la mano en naturales muy trabajados. Lo mejor de la tarde emborronado con el descabello.
López Simón al margen del estoconazo ya relatado inició de rodilla sus dos faenas de muleta y hasta consiguió unos derechazos muy ligados al quinto toro, pero este toro y el segundo se hundieron en la miseria de la poca casta.
Ginés Marín, triunfador aquí hace dos años, estuvo mucho rato en la cara de sus dos toros sin poder sacar nada bueno de tan infumable lote.
Plaza de Pamplona. Tercera corrida. Lleno. Toros de PUERTO DE SAN LORENZO/VENTANA DELPUERTO (3), con más kilos y pitones que casta y fuerza. EMILIO DE JUSTO (5), de grana y oro. Estocada corta atravesada (silencio). Estocada y seis descabellos. Un aviso (silencio). LÓPEZ SIMÓN (5), de gris perla y oro. Estocada tendida y descabello (silencio). Estocada (vuelta por su cuenta). GINÉS MARÍN (5), de caldero y plata. Pinchazo y estocada desprendida (silencio). Pinchazo hondo y dos descabellos. Un aviso (silencio).
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