
Por Jaime Oaxaca.
¡No! Definitivamente no fallaron los toros de Bernaldo de Quirós el pasado domingo en la Plaza México.
Así son: descastados, bobos, insípidos, débiles, aburridos, discapacitados de bravura. Y así salieron.
Francamente son toros con palabra de honor, porque cumplieron lo que prometían. Por eso los adquirieron, no hubo equivocación.
Para afianzar lo mencionado, lo primero que hizo el abre plaza fue huir saltando al callejón, como para decir: soy un Bernaldito, aquí estamos otra vez, así somos.
Lo que no es culpa de los toros fue la escasa presencia y la poca edad con que llegaron a la plaza más importante de América. La ausencia de trapío fue el motivo por el que la empresa no publicó imágenes del encierro.
Dichas características son responsabilidad del ganadero. Lo que mandó Javier Bernaldo si hubiera tenido la edad reglamentaria, no habrían estado cariavacados con carita de jovencitos, con la cornamenta sin desarrollar, habrían tenido una bolsa testicular descolgada, de adultos, no de adolescentes.
Ito, sólo es nuevo en cuanto al nombre, porque esa sosería la hemos visto lidiar durante varios años prácticamente en todas las plazas de la República Mexicana.
¿Qué sangre es? Se preguntará usted.
Cruza de mansos. Curiosamente conserva el color rojo a pesar del agua que le han echado. Consiste en diluir paulatinamente la bravura, que se minimice al máximo hasta conseguir la sangre de atole. Las vacas bravas en las tientas van al rastro.
Posiblemente a los ganaderos les cueste trabajo iniciar el proceso de atolización, porque no era su ideal cuando iniciaron con la crianza de reses bravas; no obstante, las figuras extranjeras las exigen y los empresarios mexicanos están prontos para complacerlos.
Así que los criadores de lidia adoptan la adversa casta, terminan por admitirla, sólo es un pequeño cambio de dinero por dignidad.
Para que la herida, al desprenderse de la dignidad, no duela tanto, existe una pomada de hojas de lisonja que contiene sulfato y nitrato de acordarme, se frota con apapacho. Varios merolicos la tienen en exhibición, la pregonan a buen precio y algunos gratis.
El ganado de Bernaldo lo ha demostrado todas las tardes, se ha esforzado, encaja perfectamente en el encaste Ito, por eso se habla del toro Bernaldito.
Javier Bernaldo será recordado en la fiesta por dos medias.
En su época de matador de toros por una preciosa media verónica con la que remató una tanda de chicuelinas a Faraón de Huichapan, aquella media iluminó una tarde en abril de 1988. Aún se habla de ella.
La otra media es como ganadero, la media casta de sus toros.
Conforme avanzaba la corrida, la desesperación y aburrimiento provocaban las mentadas de madre. Una porra al ganadero, gritaba alguien, continuaban con los chiflidos que todo mundo conoce. Luego otro grito de varios aficionados: Dos, uno, cero… “que chingue su madre el ganadero”. Pero esas manifestaciones aisladas son insuficientes hace falta la bronca fuerte que asuste a los toreros, a los empresarios. Un lio que provoque el propósito de enmienda. Algo así lo deben iniciar las porras, pero ya no lo hacen. Para lo que vimos en el ruedo, realmente fueron pocas protestas.
El público pitó cinco en el arrastre, el último lo regresaron vivo a toriles. Se salvó el ganadero de la bronca final, si arrastran al sexto, la gente se hubiera desahogado de la bueyada que mandó Bernaldo.
Tarde tras tarde Morante de la Puebla, exige animales del encaste Ito, para ejecutar el toreo de salón exponiendo lo mínimo. Una cosa por otra, el Morante lo hizo muy bonito, lucidas verónicas y muletazos como aquellos de la firma de su segunda faena. Es un torero majestuoso lástima que haya perdido la dignidad convirtiéndose en un pillo; por supuesto, solapado por los empresarios.
Cuando el español se retiraba hacia la puerta de cuadrillas un niño con un capote toreaba de salón en el ruedo, Morante detuvo el paso para mirarlo; tampoco yo me la jugué, debió pensar.
No solo es Bernaldito, tenemos Hamdancito, Teofilito, Julito, Marroncito, Fernandito y otros, va creciendo. Ito un nuevo encaste.
Publicado en El Popular
2 respuestas a “Bregando: Ito un nuevo encaste.”
La fiesta brava desgraciadamente tiene al enemigo en casa, apoyo está publicación y ojalá uniera más como está, los tendidos de las plazas cada vez lucen más vacíos ,y los empresarios se preguntan por qué?????? Tienen ellos toada la solución al problema saludos
La mayor protesta es la paulatina disminución de aficionados en los tendidos, ya que los gritos de nada han servido. Para los “istas” lo que salga por toriles no tiene importancia y ahí estarán dándose cita en cada actuación de las figuras.“ Al cliente lo que pida”, pensará el ganadero, y tiene razón.