Por Luis Cuesta – De SOL y SOMBRA.
No ha sido una labor fácil ni un trabajo sencillo levantar la Plaza México prácticamente de sus cenizas. Hace cuatro años cuando se anunció que Don Alberto Baillères y el Arquitecto Javier Sordo formarían una alianza estratégica para levantar la Plaza México, la labor parecía titánica por el delicado momento que vivía la plaza en aquél entonces.
Como toda empresa que asume a otra empresa -prácticamente en quiebra- la ruta de aprendizaje no fue sencilla, crear el camino correcto a veces no es fácil y la actual empresa lo entendió perfectamente después de algunos errores en sus inicios eliminando prácticas obsoletas de la antigua administración.
La reestructura tanto administrativa como operativa ha convertido nuevamente a la Plaza México en un recinto cultural, social y familiar como pudimos observar el sábado pasado cuando abrió sus puertas para recibir a cerca de ocho mil aficionados que se reunieron para convivir en una tarde mágica, cuyo objetivo fue que la comunidad taurina se involucrara en actividades que no están generalmente al alcance de muchos aficionados.
La transformación además ha conseguido adaptarse a los nuevos canales digitales y satisfacer los sentidos no sólo de su público presente, sino también del remoto que sigue las corridas de toros por la televisión.
Pero en donde pienso que ha estado el gran acierto de la actual empresa y sus gestores ha sido en cambiar los conceptos empresariales taurinos, dotándolos de una visión empresarial de negocio que antes no tenía. El de los toros como todos sabemos es un negocio menos empresarial [que por ejemplo una tienda departamental o una empresa turística], desde el punto de vista de la gestión, márketing, recursos humanos, inversión en publicidad etc… Sin embargo el éxito ha radicado en aplicar algunos de estos conceptos empresariales -ademas tener en la plaza otras ofertas de espectáculos como sucedió con el partido de Roger Federer– a un espectáculo que no estaba tan profesionalizado en México.
La peor cosa que existe en el mundo del toro es el miedo al cambio, a cualquier cambio y eso es algo muy negativo, ya que en muchas áreas el sector continúa sin evolucionar porque los profesionales no quiere cambiar o se rehúsan a evolucionar. Algunos taurinos dicen “esto se hace así porque siempre se hizo así”. Y no, la realidad es que hay que agilizar el espectáculo, teniendo una visión a futuro y entendiendo perfectamente que si no se hace ahora, en 10 años será muy difícil de sostener.
En el aspecto estrictamente taurino también hemos visto un mayor balance en los carteles y sobretodo en el toro que se lidia actualmente en la plaza. Tras muchos vaivenes hoy podemos hablar realmente del toro que le gusta al público de la Plaza México. El aficionado capitalino no quiere necesariamente toros que superen la media tonelada o “elefantes con cuernos” en la Plaza México, ya que lo que ahí les gusta es el toro armonioso -aunque este no rebase los 500 kilos- pero siempre con trapío, fuerza y casta.
Parte fundamental de este renacimiento han sido sin duda los toreros, ya que la gran mayoría de las grandes figuras no han sido mezquinas y con su repetida presencia han conseguido despertar el interés de todos los aficionados y público en general, prueba de ello es el cartel del “Estoque de Oro” del próximo domingo 9 de febrero en donde harán el paseíllo en lo que será un histórico festejo: Enrique Ponce, Antonio Ferrera, Morante de la Puebla, José Mauricio y los hermanos Adame. Un festejo que organiza la Asociación de Matadores, pero que ha contado con el apoyo y la gestión de la empresa de la Plaza México para su realización.
Pienso que así como hemos sido muy críticos en el pasado, también hay que ser justos y hablar de las cosas buenas que se hacen por la fiesta, cómo decía un ex Presidente del país: “Las cosas buenas no se cuentan, pero cuentan mucho.” Y es verdad, porque a veces estamos tan enfocados en algunos temas negativos o poco importantes que no hablamos de las cosas trascendentales, fundamentales e importantes para la fiesta brava en la capital mexicana.
Y así como en algunas ocasiones en el pasado, Mario Zulaica -actual gerente operativo- ha sido criticado, hoy habrá que reconocerle su labor al frente de la Plaza México bajo la guía de un gran visionario y promotor de la fiesta brava como lo es el Licenciado Juan Pablo Baillères, quien junto con su equipo y el Arquitecto Javier Sordo están sentando las bases para que la tauromaquia siga vigente en la capital mexicana durante los próximos años.
En esta ocasión, hay que decir: Honor a quien honor merece. Esperemos que la tendencia positiva continúe durante los próximos dos festejos que le restan a la temporada.
Es lo que digo yo.
Twitter @LuisCuesta_
3 respuestas a “Es lo que digo yo: Renace La Plaza México.”
una observación importante la corrida del estoque de oro la organiza la Asociación de matadores y no la empresa.
y si es muy criticable todos los procedimientos que tienen.
Hola Fernando tu observación, es oportuna pero, no leíste bien mi comentario en el segundo párrafo mismo que dice, empresa y matadores (no generalizo) y sé sobreentiende, que la empresa colabora, proporcionando la plaza y los matadores, cobran sus gastos y el beneficio económico después de todos los gastos, va a dar a las arcas de dicha asociación o bien una parte de dicho beneficio. a la cual, pertenecen los diestros mexicanos y los extranjeros, lo hacen en reciprocidad.
En efecto y así debe ser reconocer el esfuerzo del binomio de los nuevos empresarios del coso de insurgentes, por rescatar la fiesta de los toros, ha sido muy grande en todos los aspectos sobre todo, en lo económico y taurino.
Hacía muchos años, que no sé celebraba la corrida del estoque de oro, con tantas figuras como las que el próximo domingo y eso es un reflejo fiel, de qué existe un enorme esfuerzo y colaboración tanto de la empresa, cómo la de los matadores, que van a participar en dicho festejo, por darle la importancia que años atrás tenía la celebración del Estoque de Oro.
Respecto a lo que aquí señalas atinadamente Luis, de los cambios que han estado sucediendo en la plaza de actualizar y modernizar muchos usos y costumbres añejos en el manejo del coso en cita, sería muy bueno que por favor hicieras eco con la empresa y las autoridades de la plaza, que hicieran un cambio del anuncio de los tiempos de la lidia, por uno electrónico pues, el uso que hace la autoridad de cartelitos de lámina que sube y baja con un cordel, anunciando los tiempos; eso, ya está totalmente en deshuso ya que dicha costumbre, data desde que la plaza se inauguró hace 74 años. reza el refrán “renovarse o morir”.
Recibe un cordial saludo.