El GUIÑO DE LOUIS VUITTON A LA TAUROMAQUIA.

Ayer Nicolas Ghesquière celebró el desfile del otoño que viene en una escenografía de película. A priori no lo parecía pues el escenario completamente vacío era un lugar desnudo, diáfano y con una inmensa grada de madera ocupando una parte de la sala. Sin embargo, cuando esas gradas se llenaron de 200 personasvestidas con trajes creados por Milena Canonero, artífice de gran parte del vestuario de las películas de Kubrick, inaños delspirados en todas las épocas, desde el siglo XV hasta 1950, la escenografía pasaba de ser sobria y humilde a espectacular.

La idea de esta puesta en escena, según el director creativo de Louis Vuitton, es que el pasado mirara directamente al presente. Y el final sorprendio por ser un final inesperado.
Louis Vuitton ha cerrado su desfile con tres chaquetas que bien podríamos haber visto en la plaza de las Ventas o en cualquier corrida de toros a hombros de un torero.

Sin duda fue un final muy folclórico que sorprendio en medio de una colección futurista y de marcado carácter vanguardista.

¿Un guiño a la fiesta brava?

Sin duda, aunque esto no quiera decir que en Louis Vuitton apoyen a la fiesta brava como espectáculo, aquí lo importante es que esta firma ha reconocido a la fiesta de los toros como una parte fundamental del ADN histórico y cultural de la España vanguardista en tiempos muy agitados para la Fiesta Brava. Ahí está el detalle.

Con información y fotos de Vanity Fair España y Luis Cuesta.

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