“Abrir la plaza de Las Ventas, sin toros ni toreros, cuesta 80.000 euros”: Rafael García Garrido.

El director general de Plaza1 mantuvo un intenso debate con la Asociación El Toro.

Por Antonio Lorca.

“Abrir las puertas de la plaza de Las Ventas, sin comprar toros ni toreros, cuesta 80.000 euros”.

“No hemos perdido dinero, pero tampoco hemos ganado; Madrid no puede vivir solo de la tauromaquia. Una corrida con dos figuras o una novillada fuera de feria producen pérdidas”.

“Sorprenderá la feria de San Isidro de este año; no hay bombo por decisión unilateral de la empresa, pero los carteles son muy atractivos”.

Estas son algunas de las muchas perlas que Rafael García Garrido, director general de Plaza1, empresa que gestiona la plaza de Las Ventas, socio de Simón Casas, desgranó en el encuentro que ha mantenido con una amplísima representación de la Asociación El Toro de Madrid.

Fue un debate largo -duró dos horas y quince minutos-, intenso y dificultoso, al que García Garrido se prestó voluntariamente tras recibir una carta de los aficionados sobre sus inquietudes y preferencias para la temporada comienza. Fue un ‘encerrona’ en la que el directivo empresarial mantuvo la sonrisa, contestó a todo, en apariencia con abierta y sincera humildad, se guardó toda la información relativa a los carteles de San Isidro, que se presentarán el próximo 25 de marzo en el cine Capitol de Madrid, tomó nota de algunas propuestas que consideró viables, y fue despedido con una cerrada ovación.

“La plaza de Madrid es la más barata y la que mejor paga a toreros y ganaderos”

“La empresa de Las Ventas no puede vivir solo de la tauromaquia. Es imposible”, enfatizó el director general de Plaza1. Explicó que es la plaza más barata de España, factura medio millón de euros con el cartel de ‘no hay billetes’ -la que menos de todas las de primera categoría-, y la que mejor paga a toreros y ganaderos. “En consecuencia, el equilibrio financiero es muy difícil”, añadió.

La empresa cuenta, además, con 375 empleados fijos discontinuos, lo que unido a los gastos fijos de cada tarde, incluido el alquiler que paga a la Comunidad, eleva a 80.000 euros el hecho de abrir las puertas de la plaza sin contar la compra de los toros ni el pago a los toreros, explicó García Garrido.

Esta situación, conocida por los gestores cuando se hicieron cargo de la plaza en 2017, no ha podido ser compensada con la celebración de otros espectáculos no taurinos a causa de la prohibición decretada por el Ayuntamiento por problemas de seguridad.

“En consecuencia, no hemos ganado, aunque tampoco hemos perdido”, añadió. “Muchas cosas tienen que cambiar en la tauromaquia, porque no hay espectáculo que perdure en el tiempo si no es sostenible económicamente”.

Habló de “balance positivo” al referirse a los tres años (2017,18 y 19) que Plaza1 lleva al frente de Las Ventas, y se mostró convencido de que la feria de San Isidro de 2020 sorprenderá por su nuevo concepto, aunque no incluya el bombo que se utilizó en el ciclo de otoño de 2018 y en San Isidro pasado.

“Ha sido una decisión unilateral de la empresa”, replicó cuando se le preguntó si el cambio de opinión respondía a una imposición de las figuras. “No hemos consultado a los toreros”.

Destacó, por otra parte, que la unión temporal de empresas que forma con Simón Casas funciona sin discrepancias ni división; y desmintió rotundamente que personajes como el mexicano Alberto Bailleres o el empresario hotelero Antonio Catalán tengan ninguna participación en la empresa.

Los aficionados mostraron su preocupación por que se mantenga el trapío del toro de Madrid, (“ninguna figura va a condicionar la presentación de las corridas”, respondió), preguntaron sobre el estado de las obras de la plaza, que es competencia de la Comunidad, (“no tenemos conocimiento de lo que esté previsto para este año”). Y se manifestaron contrarios a la ruidosa fiesta musical que se inicia en los pasillos de la plaza en cuando finaliza cada festejo isidril.

– ¿Por qué la feria de este año comienza tan tarde, el 12 de mayo?, le inquirieron.

– “Por dos razones: en primer lugar, no queremos que llueva, y porque la principal figura de Madrid es el sol”.

Todo había comenzado dos horas y quince minutos antes, cuando el presidente de la Asociación El Toro de Madrid, Roberto García Yuste, agradeció a Rafael García Garrido su presencia, y le recordó que los aficionados mantendrán sus principios de exigencia, independencia y reivindicación en beneficio de la integridad de la fiesta de los toros.

Publicado en El País

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