Un año entero sin toros, me parece que es jugar con fuego. Es el tiempo del testimonio.
Por Jesús Ferro.
Es la frase con la que los taurinos llaman permanentemente a la puerta en una posición que les honraría si se percibiera algún rayo de esperanza en que si verdaderamente estamos en el camino. El ‘vamos a reinventarnos’, la necesidad de la reestructuración del sector, la unidad de actuación del mundo taurino, es una constante en palabras de los protagonistas del espectáculo. Desgraciadamente, una vez más, no cuadran las palabras con los hechos. Se nos anuncia, con extremada antelación, que la temporada taurina en el Pais Vasco, queda suspendida en su totalidad y las alusiones se amparan en el acompañamiento a la carencia de fiestas en las ciudades más importantes. ¿Cómo vamos a celebrar espectáculos taurinos sin fiestas?.
No me parece de ninguna forma imposible la celebración de espactaculos taurinos fuera de la Semana Grande, en fechas avanzadas de fin de temporada, y mas contando con recintos tan apropiados como Illumbe. Hace pocos días Victorino Martín pedía a los alcaldes que no se precipitaran en suspender las ferias, pues habría que ver la evolución de la pandemia. Por otra parte, no son únicas las voces de cadenas de televisión que manifiestan su interés de retransmitir corridas de toros en el próximo otoño.
¿Por qué no, teniendo experiencias como las de hace unos años, como las de los ciclos de novilladas de invierno?
Llama poderosamente la atención que la reglamentación recientemente publicada para los espectáculos taurinos en el Pais Vasco se limite en todos los casos y para todas las plazas a mil personas como máximo aforo. Es decir, salvo apoyos televisivos, a todas luces inviable. Parece, en plazas como Vista Alegre e Illumbe, ambas con más de diez mil localidades de aforo la limitación es algo más que prudente ¿no? ¿O tendrá esto que ver con que los rectores de nuestras plazas de toros ya han echado la toalla?
Un año entero sin toros, me parece que es jugar con fuego. Es el tiempo del testimonio.
Vamos a reinventarnos, ¡ya!. Estamos a tiempo. Ya sé que Vista Alegre está en plenas obras, pero Illumbe en otoño daría mucho juego.
Publicado en El Diario Vasco