En estos momentos se deberán de estar analizando las medidas a tomar para no dejar morir de manera definitiva a esta “agónica fiesta”, y solo dependerá de las estrategias y cambios substanciales que se tomen para tener un panorama más alentador.
Por Juan Carlos Sámano.
El filósofo Francés Francis Wolff, concluye en su documental, “Un filósofo en la arena”, con una frase realmente digna de ser analizada, sobre todo en estos tiempos, en donde el COVID-19, está haciendo estragos en las economías del mundo, y sobre todo, a los espectáculos masivos. Cita el autor que la fiesta de los toros tendrá dos tipos de muerte, una violenta, refiriéndose a que por decreto político o un simple plumazo, se decida terminar con los festejos taurinos.
Y la otra, la lenta, que sería cuando poco a poco se vaya perdiendo el interés, por parte de los llamados “aficionados”, a presenciar una corrida de toros y termine por sucumbir ante tal indiferencia.
Específicamente en México, en estos momentos se deberán de estar analizando las medidas a tomar para no dejar morir de manera definitiva a esta “agónica fiesta”, y solo dependerá de las estrategias y cambios substanciales que se tomen para tener un panorama más alentador.
Para entrar en detalle, cito una frase que de entrada captó mi atención, ya que pone el dedo en la yaga: “En este siglo XXI la importancia del toreo como Rito Sacrificial estriba en el toro y la pureza del rito. Así mismo, la pureza del rito se basa en la bravura y transmisión del toro”. Es por ello que uno de los factores que se debieran de corregir en esta “nueva etapa” de la fiesta, es sin duda, la presencia del toro-toro.
Un astado que tenga edad, trapío y sobre todo bravura. Gran parte del desencanto del “aficionado” en la actualidad estriba en la falta de raza y toros engordados al vapor que en la mayoría de festejos estamos viendo. Es importante también, ver a todos los toreros en todas las plazas. Con esto quiero decir, que los Monopolios actuales deberán de tener más apertura para montar carteles variados y de interés y no siempre los mismos toreros, con las mismas ganaderías, en las mismas plazas.
Factor importante es sin duda también la difusión. Parece mentira que en una era donde la comunicación está tan desarrollada, solo un canal (de TV privada) se interesa en transmitir festejos taurinos. Y únicamente lo hace una vez al año, y la pregunta sería: ¿Acaso ya no hay más ferias o festejos importantes en el resto del país?. Por supuesto que los hay, solo que no existe la disposición de proyectarlos al interior de la República, a pesar que existen diversos medios como el internet, y es por ello que muchas de las ferias importantes se vuelven solamente locales o regionales.
Publicado en AM Querétaro