Salamanca: Valor seco y disposición del mexicano Emiliano Robledo.

El Dodi corta dos orejas a un espléndido novillo de vuelta al ruedo de López Chaves | Ismael Martín y Emiliano Robledo cortan una por coleta.

Por Javier Lorenzo.

La noche de este tercer jueves de agosto taurino fue subiendo en intensidad según se cerraba. Un estruendo que comenzó en el segundo con el valor seco y la disposición de Emiliano Robledo, con el soberbio juego de Jerezano, el novillo de Ignacio López Chaves, al que cuajó a placer El Dodi y la explosión inicial de Ismael Martín que formó un auténtico alboroto en el que cerró plaza hasta que se embarulló y terminó atascando con el torrente de encastadas embestidas de su oponente. La noche resultó una fiesta de la bravura de tres novillos de distinguida nota.

A Jerezano, el tercero, de Ignacio López Chaves se le premió con la vuelta al ruedo por un juego inmensamente bueno, por la prontitud, entrega, recorrido y soberbia manera de humillar. Rápido le descubrió las virtudes El Dodi que lo cuajó con solvencia y autoridad. Firmeza y mano muy baja por donde fue extrayendo y potenciando aún más las virtudes de su oponente que, lejos de rendirse, fue a más subiendo la intensidad en las embestidas. Igual que el torero que derrochó entrega en un final explosivo coronado de gran estocada.

A este había firmado un quite por saltilleras, quietísimo, Ismael Martín que remató con dos broches repletos de torería, con la plaza entregada y rendida ya a sus pies. Le esperaban más que a ninguno. La noche parecía suya, aunque al final quedó en un segundo plano. En cuanto anunciaron su nombre por megafonía la ovación se escuchó casi en Cantalpino. Cantante se llamaba el eral de Miranda. Le tropezó en el saludo, pero la media quedó grabada en la retina del aficionado. Puso la plaza en ebullición con las banderillas, mientras que con la muleta la faena nunca terminó de despegar. El correoso comportamiento de Cantante, movilidad sin entrega, no se lo puso fácil y poco a poco le fueron pasando factura. Trató de mantener el tono y plantarle cara pero llegaron los enganchones y los desarmes en una faena que dejó a todos con las ganas de ver el triunfo que parecía ya escrito, pero no llegó.

Abrió la función, con el ya clásico e injustificado retraso de diez minutos en el paseíllo un novillo bravo y encastado de Lorenzo ‘Espioja’, al que Jorge García le firmó una larga en la se gustó con muletazos de mano baja en un trasteo que fue decreciendo. La facilidad y soltura que mostro con la tela roja no la tuvo con la espada ni con el descabello. Nunca se tiró convencido de querer matarlo..En el novillo de que abrió la noche Emiliano Robledo firmó un valeroso quite en los medios con el capote a la espalda que fue una grata declaración de intenciones. A su novillo lo esperó, de salida, en los medios y de espaldas, pero Organillero, de Julio García salió sin celo y distraído. Le buscó las vueltas, no perdió su confianza y la entrega hizo que lo metiera en el capote para rematarlo con una larga cambiada de rodillas y así provocar la primera gran ovación. Replicó al quite de El Dodi citando de rodillas y de nuevo por gaoneras con arrebato, tremendo valor y disposición se metió al público en el bolsillo. El exceso de ganas, virtud en uno que empieza, jugó a su favor y en contra de la buena condición del novillo de Julio García. La faena, que mantuvo siempre el interés por su ambición, fue perdiendo intensidad pese al derroche de arrojo y ganas. A veces le llevó a embarullarse en una obra con altibajos que resultó una gran montaña rusa. Entre tanta subida y bajada, las virtudes de Organillero no pasaron desapercibidas.

LA FICHA DEL FESTEJO

NOVILLOS de LORENZO RODRÍGUEZ ‘ESPIOJA’, bravo, encastado y de excelente juego y duración (gran ovación en el arrastre); JULIO GARCÍA, noble y de buena condición, aplaudido en el arrastre; IGNACIO LÓPEZ CHAVES, bravísimo y de extraordinaria condición, por su movilidad, recorrido, entrega y duración, Jerezano de nombre, que fue premiado con la vuelta al ruedo;y MIRANDA DE PERICALVO, encastado y poderoso el correoso 4º, que tuvo más movilidad que entrega,

JORGE GARCÍA (grosella y oro) Escuela taurina de Castellón. Cuatro pinchazos, casi media trasera y seis descabellos —silencio tras aviso—.

EMILIANO ROBLEDO (blanco y oro) De México. Pinchazo y estocada —oreja—.

EL DODI (gris plomo y oro) Escuela taurina de Salamanca. Gran estocada —dos orejas—.

ISMAEL MARTÍN (celeste y oro) Escuela taurina de Salamanca. Estocada trasera —oreja—.

Publicado en La Gaceta de Salamanca

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