Apizaco: Descafeinado desafío ganadero.

Rivera tiene mucha voluntad y revoluciones, pero en ocasiones sus formas y su manera de interpretar el toreo suele caer en lo insustancial. Foto Ángel Sainos.

El desafío ganadero no respondió plenamente a las expectativas de los aficionados que deseaban ver grandes emociones en el ruedo y que salvo el sexto, el resto carecieron de la seriedad que da la bravura.

De SOL y SOMBRA.

Una eléctrica faena instrumentada por Gerardo Rivera a un noble y encastado ejemplar de Piedras Negras ha sido la nota más destacada del decepcionante desafío ganadero organizado en Apizaco. El torero tlaxcalteca recibió las dos orejas y el toro una polémica vuelta al ruedo. Antes, a su primero del hierro de Haro -otro astado noble y enclasado- le realizó una faena entre altibajos que malogro con la espada.

Fermín Rivera y José Mauricio se toparon con dos astados mansos que llevaban siempre la cara por las alturas y se movían sin clase.

José Mauricio hizo un gran esfuerzo con su lote y consiguió un puñado de apuntes interesantes. Fermín Rivera pasó sin pena ni gloria por el ruedo apizaquense.

RIVERA, MAURICIO Y RIVERA / PIEDRAS NEGRAS Y HARO

Toros de Piedras Negras (1.º, 5.º y 6.º) y 3 de De Haro (2.º, 3.º y 4.º) desiguales de presentación y juego, destacando el tercero que recibió arrastre lento y el sexto que fue premiado con una polémica vuelta al ruedo.

Fermín Rivera: Palmas y silencio.

José Mauricio: Ovación y vuelta tras petición.

Gerardo Rivera: Vuelta y dos orejas.

En el sexto Rivera sacó al ganadero Marco Antonio González de Piedras Negras a dar la vuelta y al término del festejo el diestro tlaxcalteca salió a hombros de la afición.

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