Aun cuando el país parece vivir una extraña reapertura veraniega, el coronavirus continuará acosándonos cuando las temperaturas bajen en el próximo otoño e invierno.
Por J.C. Valadez – De SOL y SOMBRA.
Mientras que en España la temporada taurina ha cogido ritmo, en México las cosas continúan demasiado estáticas con algunas puntuales excepciones en algunos estados.
Siete meses y medio se han ido ya del 2021 y fuera del festejo realizado en Aguascalientes el pasado mes de abril y otro par en la ciudad de Monterrey, que destacaron por su seriedad y por haberse realizado en plazas de primera categoría, el resto de los festejos se reduce a un puñado de festivales taurinos y algunos festejos sueltos que no han conseguido calentar el ambiente entre la afición.
Suena fuerte, pero es la realidad. La fiesta brava en Mexico está inmersa en una situación de parón que ha afectado de una forma drástica a todos los sectores desde el inicio de la pandemia del covid-19 y se ve muy difícil que pueda salir de ella en este 2021.
Si bien Tlaxcala ha sido punta de lanza en la reactivación de la tauromaquia, en el resto del país no se vislumbran señales positivas salvo en los casos de Teziutlán que presentó recientemente su feria, Tijuana con la inauguración del “Nuevo Toreo”, Huamantla y un solitario festejo de luces que se va a celebrar en Texcoco en la recta final del mes de julio.
Muy pocos festejos para un sector que nuevamente necesita un plan urgente para salir del letargo y de la crisis en la que se encuentra inmerso. Algunos rumores dicen que la fiesta podría reactivarse con fuerza en el mes de Septiembre en Zacatecas, Juriquilla y Guadalajara. Pero la realidad es que hasta que no se confirmen, no hay nada en firme.
Una cosa si me queda clara después de siete meses: Los festivales taurinos ya no calientan como en el inicio de la reactivación taurina y los aficionados están pidiendo festejos mayores y menores, pero de luces. Ante esto es preocupante para muchos el silencio en el que está sumergida la Plaza México -aunque entendible- ya que la Ciudad de México ha retrocedido al semáforo amarillo en las últimas semanas y si los contagios por COVID-19 continúan en asenso, la próxima temporada grande podría nuevamente peligrar.
El verano con sus semáforos verdes en gran parte del país parecía el momento ideal para reactivar con fuerza al sector, pero los empresarios le han apostado al otoño e invierno para volver a abrir sus plazas, el problema de este planteamiento radica en las nuevas olas por contagios que aún nos esperan y que si nos basamos en lo acontecido durante el pasado invierno, se podrían acrecentar a finales del año con la llegada de nuevas variantes.
Me queda muy claro que la pandemia aún no ha terminado. En Mexico los índices de vacunación avanzan lentamente y la inmunidad de rebaño ahora es improbable antes del próximo invierno, lo que garantiza que la gran mayoría de los mexicanos seguirán siendo vulnerables al coronavirus en el otoño, cuando se aproxime el clima frío.
Otro punto a tomar en cuenta es que mientras el coronavirus circule ampliamente, tendrá muchas oportunidades de mutar en formas nuevas que disminuyan la efectividad de las vacunas. La posibilidad de que variantes nuevas y peligrosas disparen brotes nuevos —con los subsecuentes confinamientos, llamados al distanciamiento social y uso de cubrebocas— es una nube negra sobre las esperanzas de un regreso a la normalidad en el sector taurino en este 2021 y muy probablemente también durante el primer semestre del 2022.
Por todo esto el verano parecía el momento ideal para reactivar la tauromaquia en México como sucedió en España, pero parece que las condiciones climatológicas y no el COVID, espantan más a los empresarios en estos momentos.
Al tiempo.