Crónica de Texcoco — Una ratonera sin toros: Nuevo atentado en contra de la afición.

El Payo con el sexto de la tarde. Foto NTR Toros Twitter.

Por Juan Carlos ValadezDe SOL y SOMBRA.

Por más que queremos que finalize la reactivación y que comience nuevamente la normalidad en el toreo, esto no pasa y seguimos estacionados en un purgatorio taurino, aunque cada vez más cerquita del infierno. Y es que con el pretexto de la dichosa reactivación nos siguen pegando abajo y con esto no solo nos referimos a los toreros, también a los empresarios, ganaderos y  autoridades.

Pero la afición que es mas lista que muchos taurinos, se huele con anticipación este tipo de ardids y quizás por esta razón decidieron en esta ocasión no hacer el viaje a Texcoco.

Yo lo hice porque soy un fakir taurino y por pedido explícito y expreso de mi director en De SOL y SOMBRA. Pero también realice el viaje a la tierra del faraón para comprobar una vez más que José Adame es el torero que más exige y dirime en este tipo de festejos, y yo sinceramente no tendría nada que objetarle en este tema, si no fuera porque es un paradigma de la mediocridad como torero. Además de que siempre le han de soltar en estas plazas “sin ley” un par de toros amorfos y chicos que suelen producir en el tendido un aburrimiento letal como sucedió el día de ayer en Texcoco.

Se hacía presente Adame y lo que sucedía en el ruedo era de una espantosa vulgaridad. Era tanta pero tanta que acabó contagiando a todo el mundo. José Mauricio y “El Payo” se pusieron espesos, la autoridad se desatendio del asunto, el público (no la afición) se desesperaba porque no llegaban las orejas y los rabos, mientras que a la poca afición pensante le pasaba por la mente la trilllada frase de: ¿A quién defiende la autoridad?….y digo trillada porque ya sabemos que defienden a todos menos a los aficionados. Por eso la mayoría de las plazas de toros en México están convertidas en unas ratoneras.

El “Festejo”

Un par de toros chicos y tontos, saltaron al redondel para Adame que volvío a ser la expresión cabal de la decadencia. Reverdecer antiguos laureles no es fácil y menos cuando se intenta hacerlo desde la comodidad y la apatía. Destempló y se alivió mucho en su primer toro, pese a la inocencia del animal, escudándose en las complicaciones del viento.

Al quinto con la muleta lo toreo por larga distancia o por decirlo de una forma más moderna, por romming.  La verdad es que daba pena ver a José Adame convertido en un desalmado pegapases en Texcoco. Lo más triste es que parece que ya ha perdido la ilusión en el toreo y que deambula por todos los ruedos en los que se presenta como un sonámbulo.

José Mauricio y “El Payo” fueron en esta ocasión los asociados de Adame. Y aunque ambos son toreros de finas maneras, ayer se contagiaron de la mala moda del pegapasismo en la que andan metidos casi todos.

José Mauricio estuvo muy hábil en la interpretación de las suertes durante su primera faena ante un manso perdido, al que le cortó una oreja tras cederle los terrenos y torearlo junto a las tablas. Aquello no fue nada fuera de lo ordinario, pero se le vio firme y reafirmando porque es un torero acreditado por su gusto interpretativo.

Confiabamos que reafirmará su torería y su personalidad en el cuarto, pero nos quedamos con las ganas: la segunda faena de JM no tuvo los ingredientes de su primera, ni tampoco su valor interpretativo.

“El Payo” por su parte se llevo el mejor toro del encierro, un astado cuya encastada nobleza reclamaba de su torero la gallardía, el arte y el sentimiento que son propios del arte de torear. Y “El Payo” por momentos así lo toreo, pero no pudo redondear su obra, ya que no anduvo fino con la espada y todo quedó en una ovación para el torero y en un arrastre lento para el toro de Jaral de Peñas.

A su segundo, un toro bajito muy anovillado, le pego un montón de pases, algunos de buena factura pero la mayoría soporíferos -al menos para mí- porque después de la segunda cabezada que pegue, mi vecino de asiento me sacudió del hombro para avisarme que la corrida ya había finalizado. A la distancia mientras abandonaba la plaza, pude ver al “Payo” dar una solitaria vuelta al ruedo.

Para la reflexión

Los tercia de hoy tendrá que reflexionar dos cosas:

– La primera son sus formas, porque no se puede abusar del pico, de la colocación y de las distancias con tanto descaro, el público que paga un boleto no merece que se le engañe de esa manera.

-Y la segunda es sobre el ganado que seleccionan para sus “capeas”, porque con este tipo de astados la gente ya no les va a seguir comprando el cuento por mucho más tiempo, ni en Texcoco ni en Tinbuktu.

Es de verdad preocupante que nuestros tres toreros más “emblemáticos” o más importantes del escalafón no fueran capaces de agotar todo el boletaje en una plaza que está a menos de una hora de la capital mexicana. Esto es algo que debería de encender una alarma de preocupación en todos ellos.

Pero lo más preocupante es que después de esto, va a ser muy difícil que regrese el público a Texcoco si le siguen dando gato por liebre. Traer a las “figuras” del momento engalana un serial, pero si estás no agotan el papel con un “aforo limitado” y además lastiman el prestigio de la plaza, ¿en dónde está el beneficio?

En la semana se habló de un bombazo por parte de la empresa al conjuntar a estos tres toreros en el mismo cartel y vaya que si fue un bombazo, pero de decepción. Se dice que los tres matadores exigen fuerte en los despachos -algo que en realidad no me consta- pero de ser esto cierto, pues que poquito dan a cambio.

Algo no está bien y habrá que medirlos a todos (no solo a ellos) con los clásicos conceptos de relación calidad y precio en los próximos festejos que nos ofrezcan las empresas.

Fracaso ganadero

Jaral de Peñas solía ser una ganadería que nos tenía acostumbrados siempre a la seriedad, pero ayer se prestó al guión adamista y los seis toros que lidiaron fueron una enorme decepción en cuanto a su presentación y juego en líneas generales.

JARAL DE PEÑAS / MAURICIO, ADAME Y PAYO.

Toros de Jaral de Peñas, todos justos de presentación, sospechosos de manipulación de sus astas, anovillados y faltos de casta, con excepción del tercero que fue premiado con el arrastre lento.

José Mauricio: Oreja y ovación.

José Adame: Oreja y silencio.

“El Payo”: Ovación y vuelta.

Twitter @Twittaurino

Una respuesta a “Crónica de Texcoco — Una ratonera sin toros: Nuevo atentado en contra de la afición.”

  1. ATACA MAS QUE NADIE A JOSE ADAME, A LOS OTROS 2 TOREROS LOS CRITICA “BAJITA LA MANO” QUE ADAME YA NO PASA SOBRE ?? Y LOS OTROS 2 TOREROS ESTAN PROTEGIDOS POR LA TAUROMAFIA DE LA PLAZA MEXICO ?? NO DEFIENDO A NADIE CREO QUE TODOS VAN EN EL FRAUDE, Y ESTO YA VIENE DE HACE AÑOS, Y NI SE DIGA DE LOS “FIGURINES” ESPAÑOLES QUE ESTAN IGUAL O PEOR, BASTA VER LOS TORITOS A MODO PARA LA CORRIDA DEL 12 DE DICIEMBRE EN LA MEXICO

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