
Emilio de Justo ha tenido una temporada que soñaría cualquier torero: triunfos en las plazas más importantes de España, que se extienden ya a México.
Por Gaspar Silveira.
El domingo pasado, en su debut en ruedos mexicanos, el torero español logró un triunfo importante en la Corrida de las Calaveras de la Monumental de Aguascalientes. Alternó con dos jóvenes de casa que van con mucha fuerza: Luis David Adame y Leo Valadez.
Con los ojos de la crítica puestos sobre su estreno mexicano, le cortó las dos orejas a un toro de Begoña, de Alberto Bailleres, hombre de nombre clave en la Fiesta en España, para irse en volandas. El torero no pudo ocultar su felicidad tras salir de la Monumental.
“Muy feliz por haber conseguido un sueño, desde niño había querido venir a un país de tanta historia y abolengo taurino, de haber podido sentir el toreo y hacer que la gente se emocionara, disfrutara y se identificara conmigo, ha sido una cosa preciosa, de las cosas bonitas que me han pasado en mi carrera”, aseguró De Justo a mundotoro.com.
“El toro mexicano es un toro especial, por ello, he venido desde hace diez días para meterme en el campo, prepararme a tope. Todo en la vida es esfuerzo y sacrificio. Ha sido mucho trabajo por tratar de agarrarle el ritmo y la personalidad, lo especial de este toro y al final ha dado sus frutos”.
La crítica se centró en el toro precisamente. ¿Qué toros lidiaría el hombre que ha triunfado en Madrid, en Sevilla, si las figuras siempre vienen con toros escogidos a sus campañas mexicanas?
Y los toros de Begoña no fueron perita en dulce, como pudiera esperarse.
Ahora, Emilio espera otra corrida grande, en Guadalajara el 28 de noviembre, y dice que esperará pacientemente la hora de confirmar su alternativa en la Plaza México, la otra parte del sueño. La figura del toreo de este año llegó pisando fuerte a ruedos mexicanos. Y va por más.
Publicado en El Diario de Yucatán