Los 10 nombres propios en el año del regreso del toreo.

Toreros como Morante de la Puebla, Emilio de Justo, Damián Castaño y Alejandro Marcos, novilleros como Manuel Diosleguarde, Raquel Martín o el novísimo Marco Pérez, además de ganaderos como Francisco Galache, los hermanos Uranga o Justo Hernández acapararon los titulares.

Por Javier Lorenzo.

Volvió el toreo tras el parón del coronavirus, aunque no se acabara de recuperar la normalidad en una campaña que navegó en vilo y mirando con incertidumbre al futuro. Volvió a salir el toro a los cosos. En Salamanca hubo que esperar 587 días para que se volviera a celebrar una corrida de toros. Villoria fue el escenario (24 de abril) y ahí se puso el punto de partida de una campaña con diez nombres propios que brillaron por encima del resto.

Si la temporada tuvo a Morante de la Puebla como el nombre propio de 2021, en Salamanca también fue una de las estrellas que más brilló. La Feria giró en torno a él. Él solo se encargó de ponerla en efervescencia, imponiendo la sorpresa de la inclusión de la corrida de Galache y pidiendo a Alejandro Marcos en su cartel. Le costó aceptarlo a la empresa y al final en torno a esa tarde giró todo. El de la Puebla fue el que más tirón tuvo en la taquilla, colgó el “No hay billetes” y logró desbordar la expectación. Luego, le dio continuidad en el ruedo con una actuación prodigiosa. En esa misma función encontraron la comunión perfecta Gandillito, de Francisco Galache, y Alejandro Marcos que se fusionaron en una faena excelsa con la que el de La Fuente ofreció su mejor y más renovada y asentada versión de un toreo que caló hondo entre la afición charra, que le ha elegido como el torero predilecto del momento. No solo le cortó las dos orejas al toro de Francisco Galache sino que además esa tarde sirvió de rúbrica a una temporada en la que ha dado un golpe de autoridad. Reapareció en julio tras estar 23 meses sin vestir el traje de luces. Primero al parón de la pandemia le siguió una lesión en los ligamentos del tobillo, once meses antes de su vuelta a los ruedos que, lejos de mermarle el ánimo, le sirvió para buscar en su interior y volver como un torero más asentado, cuajado, maduro y con un concepto de mayor pureza. Indultó un toro en Cantalejo y cuajó una distinguida actuación en Bayona (Francia), en su estreno como matador de toros en una plaza de primera. Y luego llegó La Glorieta para poner el broche perfecto a una campaña breve, triunfal e intensa.

Un mes antes de que entrara en escena Alejandro Marcos había debutado de luces en una novillada sin picadores Raquel Martín, un novísimo valor surgido de la Escuela taurina de Salamanca que nada más estrenarse el año había firmado un contrato de apoderamiento con Cristina Sánchez. Y pronto se convirtió en una de las atracciones entre los benjamines del escalafón. Aquella primera actuación logró cortar tres orejas en una plaza de primera categoría como es la de Arles.

Y si de Francia se habla ahí ha sido capitán general la ganadería de Pedraza de Yeltes. Los dos toros premiados con la vuelta al ruedo en Mont de Marsan y uno en Bayona le situaron como una de las divisas del año en el que, además, la regularidad con imponentes toros bravos fue su mejor aval. Si en Francia fue Pedraza, en España Garcigrande (Justo Hernández) se mantuvo en todo lo alto, con la fecha del 2 de octubre marcada ya para la historia. En esa jornada asumió el reto de lidiar el mismo día en Sevilla y en Madrid y no solo compareció si no que lidió dos toros de triunfo: a uno le cortó las dos orejas Diego Urdiales en La Maestranza y al otro le hizo lo propio Emilio de Justo en Las Ventas. Embarcó además más reses de categoría en el coso hispalense y en Vistalegre, en mayo, se llevó el premio al toro más bravo en recuerdo de Tabernero. No se puede recordar Sevilla sin mencionar la excelente corrida de toros de García Jiménez. Una de las más redondas de 2021.

Entre los mejores del año, del escalafón de novilleros, se situó Manuel Diosleguarde, que ganó el Circuito de Castilla y León, toreó en La Maestranza y cortó una oreja a un novillo de Fuente Ymbro en su presentación en Las Ventas en la Feria de Otoño.

Otro de los nombres del curso fue Emilio de Justo, por sus dos puertas grandes en Las Ventas y también por su regularidad en el triunfo. En clave charra, salió a hombros en su debut en La Glorieta, después de haber hecho su presentación como matador de toros en la provincia en Guijuelo indultando a Lituanillo, de La Ventana del Puerto (17 de agosto). Dos días antes, una de las tardes más contundentes y sinceras del verano la firmó Damián Castaño en Cenicientos, plaza de tercera categoría donde, sin embargo, se lidia uno de los toros más serios e íntegros de toda la temporada. Y salvó el examen cortando tres orejas. El año se cerró con la alegría del triunfo en la presentación en público de Marco Pérez, el niño prodigio que tiene revolucionado el toreo.

Diez nombres propios dentro de una campaña con muchos y variados argumentos, a los que se suman la solidez de Chaves, que fue el salmantino que más toreó en plazas de máximo nivel, los veinte años de alternativa de Javier Castaño o los nuevos valores de la Escuela que firmaron un año intenso.

Publicado en La Gaceta de Salamanca

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