Algunos lo intuyen como la próxima figura inminente del toreo en México, otros aún lo ven como un torero de gran proyección con mucho camino por andar. Otros que intenta hacer un toreo de quietud, a base de valor, y que conecta rápido con el tendido. En resumidas cuentas: un torrente de toreo en terrenos peligrosos, pero con naturalidad y clase, algo que para muchos aficionados representa en estos tiempos un oasis en medio de un desierto.
Esta noche San Román se presenta en Juriquilla (Querétaro), en un cartel inmejorable junto a dos grandes figuras del toreo mundial: Antonio Ferrera y El Juli con toros de Los Encinos.
Por Luis Cuesta – De SOL y SOMBRA.
Diego San Román está en boca de todos y lo ha conseguido con ¿muy poquito? No precisamente. Su paso como novillero fue firme con triunfos importantes tanto en México como en España. Desde el principio, su nombre subió sin parar en el escalafón gracias a su modo de andar por la cara del toro y su valor, dos elementos que han sido su sello principal, pero también ha demostrado hondura en su toreo ligando faenas de máxima quietud, siempre con mucha verticalidad y sincronía en un palmo de terreno.
Con paso firme tomó la alternativa el pasado doce de Diciembre en la Plaza México, en dónde tuvo una destacada actuación. Arranco con fuerza su andar por el escalafón de matadores en la Santa María de Querétaro y posteriormente en Apizaco para cerrar la temporada del 2021 con tres festejos. La presente temporada la inició en la Feria de León, en una corrida en la que además triunfó y salió en hombros.
Dicen quienes lo conocen que su referente es José Tomás, y se le nota. No es mal modelo, desde luego. Y es que San Román también se queda quieto como un poste, desprecia el riesgo, se pasa los astados por la barriga y torea con mucha hondura y gusto. Pero más allá de las referencias y de los triunfos pasados, San Román tiene muy en claro que en esta profesión lo importante es progresar día tras día y vivir siempre en el ahora para seguir sorprendiendo en cada tarde, una condición básica que debe tener cualquier torero que intente llegar a la cima del toreo.
Esta noche se presenta en Juriquilla y su objetivo es el mismo que se trazó desde el día uno en que tomo la alternativa: Continuar moldeando su toreo, su personalidad y su espíritu, para alcanzar la profundidad y la pureza en todas las suertes en base a su personalidad, valor y clase en su toreo. Tres elementos muy difíciles de encontrar en un torero en estos días y que explican la unanimidad en los juicios que le sitúan como la próxima gran figura del toreo en México.
Es lo que digo yo.
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