Crónica: Se van en blanco los triunfadores de Guadalajara en la última del serial de Aniversario.

Por: Luis Carvajal.

Corrida Extraordinaria de Triunfadores de la temporada de aniversario 2021 – 2022 en la Plaza de Toros Nuevo Progreso en la que se lidió un encierro del hierro “De la Mora” desigual en presencia, mansos y descastados en su generalidad. Además de dos toros de Barralva igualmente de escaso juego y sin armonía en sus hechuras. Un encierro que francamente echó a perder lo que en el papel aparentaba ser un agarrón entre los tres principales prospectos del nuevo escalafón de matadores con miras a convertirse en figuras del toreo en nuestro país.

Héctor Gutiérrez, Diego San Román, Miguel Aguilar y casi toda la afición de la Nuevo Progreso que asistió se estrelló con un encierro que desde inicios de la semana pasada dio mucho de que hablar.

Héctor Gutiérrez es quizás el torero con menos reflectores de su generación, sin embargo está un escalón arriba de ellos. El primer toro de la tarde de la ganadería “Barralva” un alto y zancudo castaño que no quería ni salir de la puerta de toriles. Al intentar darle los primeros lances con el capote mostraba desinterés y falta de coordinación. Lo sustituyó un toro “De la Mora” de nombre “Tú y las nubes” que puso a prueba segundo a segundo al hidrocálido Héctor Gutiérrez. Desde el capote su primer enemigo mostraba clara mansedumbre y pronto se orientó, sin embargo Gutiérrez instrumentó una faena corta que tuvo a toda la plaza al borde del asiento. Fue empitonado en dos ocasiones y una tras otra volvía a ponerse en el sitio donde los toros pegan las cornadas. Falló con la espada y recibió leves palmas.

Con el segundo de su lote mostró la gran dimensión, capacidad y pundonor que tiene Héctor Gutiérrez para ser alguien en esta dura profesión. De nombre “Si nos dejan” pronto se quedó muy corto y el hidrócalido se pegó un arrimón de los que valen de verdad. Dejándose pasar los pitones por el pecho, aprovechó las cercanías para fajarse con él y pegar los muletazos de mayor sabor de la tarde. Dejó una estocada desprendida y defectuosa que evitó que el palco cediera ante la posible única oreja de tarde. Dio una vuelta al ruedo con protestas, cuando bien hubiera bastado una bonita y cariñosa ovación en el tercio.

Diego San Román no se guardó nada el día de hoy. Lo mejor lo vimos en el primero de su lote y segundo de la tarde. Un animal reservón que aparentaba no pasaría nada con él, sin embargo San Román a base de tesón y firmeza comenzó a bajarle la mano logrando que humillara y transmitiera al tendido aunque pronto se apagó el burel y comenzó a buscar las tablas. Terminó su actuación con unas ajustadísimas “Bernardinas” cuando el morito se quedaba corto a medio viaje y se llevó las palmas por su decorosa actuación.

Miguel Aguilar sorteó con el peor lote de la tarde. Con el primero no tuvo opciones. Con el cierra plaza que parecía ser un toro con posibilidades inició de faena de rodillas en los medios calentando al público, que pronto comenzó a tocarle las palmas. Desafortunadamente el hidrocálido sucumbió a la tentación de los toreros de su tierra, de estar más al pendiente de la música que de meter al toro en la muleta; por ende jamás se hizo de él y pronto la afición le protestó su labor. A veces la disposición no basta y Aguilar necesita estructurar mejor sus faenas y seguir trabajando en su técnica.

Sin más que agregar: TOROS BRAVOS A LOS TOREROS QUE VALEN. Insisto, no podemos seguir dependiendo de una generación de toreros mexicanos sumidos en el conformismo y la mediocridad.

La revolución del toreo en México está forjándose, por ende las empresas deben ser cuidadosas con el ganado que eligen para darle impulso a esta nueva generación. Héctor Gutiérrez, Diego San Román y Miguel Aguilar cada uno con su sello y recursos están llamados a ser el relevo que por tantos años esperó la afición mexicana.

Atrás de ellos pronto vienen Isaac Fonseca y Arturo Gilio que ya esperan su turno para dar el salto al escalafón mayor y pelear un sitio en el mismo.

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