La penúltima de las Corridas Generales nos deparó un encierro de Santiago Domecq con muchos matices donde el único que sacó rédito fue el mexicano Leo Valadez, quien causó una buena impresión en Bilbao. Ferrera dio una vuelta al ruedo en el abre plaza, tras petición de oreja del respetable no atendida por Matías. Por su parte José Garrido fue ovacionado en su lote.
FICHA DEL FESTEJO:
Seis toros cinqueños de Santiago Domecq -el sexto como sustituto de un titular devuelto por falta de fuerzas- aparatosamente armados y de serio trapío, pero de finas y buenas hechuras. Salvo el sobrero, un descastado boyancón, los otros cinco ofrecieron claras opciones de triunfo por su nobleza, claridad y duración, con un tercero muy destacado por su profunda y brava clase.
Antonio Ferrera, de carmín y oro con remates negros: estocada delantera desprendida (vuelta al ruedo tras petición de oreja); estocada (silencio).
José Garrido, de tórtola y oro: pinchazo y media estocada tendida (ovación); estocada corta caída (ovación tras aviso).
Leo Valadez, de nazareno y oro: estocada trasera desprendida (oreja); estocada y tres descabellos (silencio).
Entre las cuadrillas, destacó picando Manolo Cid al quinto, con el que Javier Ambel saludó en banderillas.
Octavo festejo de abono de las Corridas Generales, con menos de un cuarto del aforo cubierto (unos 3.000 espectadores) en tarde calurosa.
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