Por Luis Cuesta – De SOL y SOMBRA.
El arte del rejoneo está en alza en nuestro país. Las corridas de rejones o mixtas están animando las plazas en esta temporada y no es una cosa menor.
El relevo generacional que se está produciendo en el toreo a pie, es un hecho incuestionable también en el toreo a caballo. Un aluvión de jóvenes rejoneadores, dinásticos o no, están dando pasos muy serios para renovar el escalafón. Afortunadamente para los aficionados hoy en día el rejoneo se basa en el alto nivel de las cuadras de caballos y sobre todo en la técnica y la pureza con la que se rejonea.
Prueba de ello son las más recientes actuaciones de los hermanos Funtanet, José y Javier; dos jovenes rejoneadores que vienen triunfado y entusiasmando en todas las plazas en donde se les anuncia.
El pasado domingo en Guadalajara durante la tercera novillada de la temporada 2022, ambos demostraron su propia personalidad y sello. Algo que se consigue todos los días con un programa exigente de ejercicios físicos y de concentración, en el que entrenan diariamente a los caballos de su cuadra en sesiones de trabajo que duran aproximadamente 45 minutos con cada uno.
A los dos hermanos aún les queda un largo camino por delante, pero por lo pronto han demostrado que los grandes escenarios como la Plaza México o Guadalajara no les pesan y ponen en cada actuación todo su valor y destreza, independientemente del aforo o de la categoría de la plaza.
José en Guadalajara desde el primer rejón de castigo demostró que no iba de paseo. Intensidad, exigencia al astado y concentración en cada lance fueron el sello de su actuación. Algo que obligó a la afición tapatía a pedirle un trofeo con fuerza. Javier por su parte emocionó por la forma en que templó a su astado. Algunos cambios de grupa, de un lado a otro, conectaron a los aficionados así como la forma en que llevó a sus caballos siempre muy pegados al novillo. No bajó el nivel en ningún momento y, aunque no acertó con el rejón de muerte en el primer intento y tuvo que descabellar, el público lo premió con una vuelta al ruedo. Al final el público salió feliz del Nuevo Progreso y con ganas de repetir.
El hecho de que cada vez se esté programando a más rejoneadores en la presente temporada, demuestra que el rejoneo interesa, además de que llega a un público más abierto, más joven y familiar. El invierno mexicano será muy intenso en cuanto a rejoneo con la llegada de las grandes figuras de Europa. Esperemos que nuestros jóvenes valores puedan alternar en algunos festejos con los grandes maestros, para que el público los vaya conociendo más y adquieran una mayor experiencia.
Apenas el año pasado el Maestro Diego Ventura declaraba en una entrevista: «Hacen falta rejoneadores nuevos con ganas de comerse el mundo”, pues aquí en México tenemos dos: José y Javier Funtanet que están dispuestos a seguir aprendiendo y mejorar en cada tarde en la que se les programe, con el firme objetivo de llegar a ser alguien importante en el mundo del rejoneo.
Esperemos que sigan sumando actuaciones y éxitos, pero lo principal, evolucionando y mejorando técnicamente en cada tarde.
Es lo que digo yo.
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