
Por Francisco Vargas M.
Con motivo del centenario del natalicio de la rejoneadora Conchita Cintrón, la reconocida Peña Taurina “Mal de Montera” y el Consulado del Perú en Guadalajara, en coordinación con el Lienzo Charro ‘Ignacio Zermeño Padilla’, el Fomento Cultural Tauromaquia Hispanoamericana y la Plaza de Toros ‘Nuevo Progreso’ realizarán un magno homenaje a “La Diosa Rubia del Toreo”, mismo que constará de un amplio e interesante programa de actividades a celebrarse los días sábado 15 y domingo 16 del presente mes de octubre, siendo éste el siguiente:
Sábado 15 de octubre. Lienzo Charro ‘Ignacio Zermeño’.
10:00 Horas. Inauguración.
10:30 Horas. Semblanza de Conchita. Por Fernando Castello Branco Cintrón.
11:30 Horas. Presentación del libro “Conchita Cintrón en el Perú”. Autor. Dikey Fernández.
13:00 Horas. Exhibición de suertes charras. Asociación de Charros Hacienda Santa Cruz del Valle. Escaramuza ‘Las Alteñitas’.
15:00 Horas. Comida. Rifa Sorpresas Admisión $500.00 pesos.
Nota. El público que desea asistir a los eventos de estos eventos y no se quede a la comida sólo pagará $100.00 pesos.
Domingo 16 de octubre. Plaza ‘Nuevo Progreso’
13:15. Horas. Develación de Placa alusiva en Patio de Cuadrillas.
14:00 Horas. Misa Capilla de la Plaza de Toros.
17:00 horas. Entrega de reconocimientos en el ruedo de la Plaza de Toros por parte de Peñas Taurinas.

Cabe recordar que Conchita Cintrón nació un 9 de agosto de 1922 en Antofagasta, Chile, y poco tiempo después la familia se mudó a Lima, Perú, por lo que Conchita adquirió la nacionalidad peruana, incluso de desempeño como diplomática en el servicio exterior peruano.
Cuando aún era muy jovencita, practicó la equitación y casi al mismo tiempo también el rejoneo. Así, con su maestro de equitación, rejoneo y toreo Ruy Da Camara, empezó sus presentaciones en el Perú. Ahí la vio actuar el matador mexicano Chucho Solórzano, quien la convenció de venir a México y hacer campaña taurina, presentándose en 1939 con apenas 17 años.
Después de su presentación, empezaron a sumarse los contratos y logró sentar precedente de gran caballista y torera de a pie incursionando incluso en plazas de España, Francia y Portugal, actuando sólo en festivales, pues en los países taurinos de Europa no se permitía a las mujeres actuar en corridas formales.
Conchita toreaba sus toros en puntas aún para el rejoneo, con el que muchos toreros y rejoneadores de su época preferían no alternar con ella, y vaya que se codeó con los más grandes de allá y aquí, mismos que le respetaban grandemente por su valor y torerismo.
Ya retirada y casada con un destacado ciudadano portugués, Don Francisco Castello Branco, se estableció en Guadalajara, Jalisco, en donde la familia completa se asentó varias décadas, formando parte de su sociedad y teniendo especialmente muy cercanas amistades con los charros y gente de a caballo. Por dicha razón, es que se pensó hacer en dicha ciudad un gran homenaje en el Lienzo Charro ‘Ignacio Zermeño’, donde se le quiere y se le respeta profundamente.
Fuente: Heraldo.Mx
