
Alejandro Talavante tuvo un cierre de temporada en Madrid para el olvido, en donde nuevamente fracaso al grado de tener que esperar que le echasen un toro vivo con tres avisos ¿emulando quizás a José Tomas? difícil de creer esa versión. La realidad es que simplemente fue víctima de su propia frustración.
Con la desaprobación del publico madrileño, Talavante finalizó una temporada muy gris en Europa en la que se ha dedicado mas a facturar que a torear en la mayoría de las plazas en donde se le ha anunciado y que nos ha dejado la sensación de que ha perdido esa aureola que ilumina a las grandes figuras del toreo.
Personas muy allegadas a Talavante dicen que tiene la cabeza metida en todo menos en el toreo, ya que ni siquiera la presencia del maestro Joselito ha sido capaz para regresar a este torero al buen camino. Apático, frio y sin alma se le ve en casi todas las tardes. Su paso por Madrid esta temporada en cinco tardes ha sido un sonoro fracaso que lejos de reivindicar su estatus de figura, sirvió para comprobar que hoy por hoy esta muy lejos de ser ese torero que intenta vendernos.
Afortunadamente para Talavante este año se llevará un dinero importante tanto en Europa como en América, pero aquel buen recuerdo que nos dejo antes de retirarse de los ruedos hoy, en la irregular temporada de su regreso, está opacando todo lo que ha alguna vez fue como torero.
Le quedan todavía algunos compromisos en América en donde seguramente vendrá menos presionado, con encierros mas cómodos y cobrando una buena cantidad de dólares. Pero si piensa venir con la misma actitud que le vimos en la pasada Feria de San Marcos 2022, el fracaso esta cantando desde este momento.
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