
Por Jorge Laverón.
A ficionado a los toros desde muy niño y aficionado a escribir desde que tenia doce años, muy pronto se aunarán ambas aficiones en una: escritor de toros.
Asi, cada corrida de toros o novillada que presenciaba hacía de inmediato la reseña y a continuación el comentario critico, casi siempre personal; pero sin olvidar las enseñanzas de los mayores, de los vecinos de localidad, o familiares como mi abuelo y mi tio.
Eran todos ellos aficionados de grandes conocimientos, entusiastas del mejor toreo, que valoraban en función de la bravura y presencia del toro, y, que tambien eran capaces de valorar el merito de toreros que no estaban en sus gustos; esta fue mi escuela.
Aquellos grandes aficionados celebraban las grandes faenas de Rafael Ortega y Antonio Bienvenida, de Antonio Ordóñez y Paco Camino; de Gregorio Sanchez y el Viti; de Curro Romero y Rafael de Paula; y también las de Diego Puerta y Miguel Mateo Miguelín o aquellos enormes trasteos de Luis Miguel Dominguez llenos de dominio. poder y arrogancia. Pero a mi el que mas me gustaba era Manolo Vazquez.
Comencé a colaborar con los medios de información en el año de 1973 con un programa taurino de Radio Popular de Alicante, que coordinaba Miguel Lizón, un extraordinario aficionado alicantino, que sabia de memoria la vida, obra y milagros de Jose Gomez Ortega Gallito, mas conocido por Joselito, “el coloso de Gelves”
Desde Madrid, los domingos por la noche, mandaba las noticias mas importantes, las comidillas de la semana, y las reseñas de los festejos presenciados, casi siempre en Las Ventas, pero tambien de Vista Alegre, San Sebastian de los Reyes, Colmenar Viejo, Aranjuez, Alcala de Henares, etc …Miguel Lizón despedía mi charla con un latiguillo bellisimo «¡Recuerdos a la Cibeles!».
En 1976 comence a colaborar con el diario El Pais a las órdenes de Joaquin Vidal. Fue una etapa memorable hasta 1980. Solo puedo decir que aprendi mucho, entre otras cosas a no ser ambicioso. Fue un orgullo escribir en uno de los mejores diarios de Espana y de Europa.
La siguiente etapa, en otro tono, fue fascinante: la prensa local. El semanario Cisneros que editaba la Diputación Provincial de Madrid, hoy Comunidad Autónoma. La información taurina y tambien la critica gastronómica, el ciclismo, el boxeo, los conciertos de rocky el flamenco, otra gran pasión, tuve que cubrirla gracias a la confianza que me dieron periodistas como Jose Maria Sanmillan, Ricardo Martin Rodriguez, Carlos Santos y Felipe Mellizo.
Al convertirse Madrid en Comunidad Autónoma y todavía no se el porqué, desapareció la revista.

A continuación volvia a la tarea diaria en Diario 16 y en la agencia Colpisa. En ambos medios como critico e informador taurino.
En Diario 16 puedo decir que he vivido momentos muy buenos, buenos, regulares, malos y malisimos. He trabajado con hombres de la clase y categoria de Ignacio Alvarez Vara Barquerito, Alfonso Navalon y Jose Castro.
La critica taurina es un genero periodistico muy lucido, muy literario, muy libre. La critica ideal es la que combina la información, mas o menos objetiva, de lo ocurrido en el ruedo, con la opinión.
Otra labor, que como critico taurino, aficionado a los toros, y en cierto modo historiador he desempeñado ha sido la de escribir libros. El primero fue un reportaje amplio sobre la retirada del maestro madrileño Antonio Chenel Antoñete, que se convirtio en un librito homenaje a la trayectoria de este torero singular.
El segundo fue un trabajo que realizamos entre cuatro amigos: Mariano Navarro, periodista y critico de arte; Jose Suarez-Inclan, profesor de historia y Vicente Lorca, ganadero. Cada uno escribio un pequeño ensayo sobre diversos aspectos de la Tauromaquia: el publico, la historia, el toro y el torero. Su titulo: A los toros, tuvo a bien prologarlo el maestro Joaquin Vidal.
Luego he escrito tres libros con el afan de hacer llegar a todos los publicos la historia del toreo, la lidia y el toro de lidia.
Puedo decir que ha sido una experiencia apasionante y estrechamente ligada al periodismo.
Para terminar esta relacion quiero referirme brevemente a los criticos taurinos que mas han influido en mi manera de entender los toros.
En primer lugar Gregorio Corrochano, uno de los mejores criticos de todos los tiempos. El estilo de Corrochano no que daba solo en dar una impresion de la corrida, sino que explicaba el tema literariamente y ademas afiadia su conocimiento de la tecnica con un claro juicio critico.
Federico M. Alcazar es uno de los grandes criticos taurinos. Escribio en el diario La Voz y posteriormente en Madrid.
R. Capdevila, era la firma de Celestino Espinosa, critico del diario Arriba, que destacó por su formacion literaria, estilo culto y juicio independiente.

Antonio Diaz Cañabate, el gran escritor costumbrista, fue aficionado a los toros desde temprana edad, sin embargo no comenzó a escribir hasta despues de la guerra. Sus crónicas estan llenas de gracia e ingenio.
Ricardo Garcia K-hito, escritor de enorrne ingenio y gracia, fundador y director del Semanario Digame.
Cesar Jalón Clarita fue un escritor inteligentisimo, de pluma ágil, alcanzó gran popularidad y llegó a ser el critico taurino mas leido de su tiempo.
Jose Maria del Rey Selipe, abogado, fue un critico tan solvente como respetado.
Julio de Urrutia, un critico honesto y ponderado, cuya obra quedó reflejada en el diario Madrid, y en la revista Actualidad
Española.

También es interesantisirno el escritor mallorquin Guillermo Sureda, que escribió muchos artículos en el Sabado grafico.
De los más contemporáneos quiero mencionar a los fallecidos Vicente Zabala, uno de los grandes maestros de la critica, y a Carlos de Rojas. Y de los que estan en activo a Joaquin Vidal y a Ignacio Alvarez Vara Barquerito.
Tampoco quiero olvidar a la critica taurina mexicana y francesa. De Mexico al fallecido Pepe Alameda y al critico del periódico La Jornada, Jose Cueli. De Francia a los fallecidos Claude Popelin y Jean Pierre Darracq Tio Pepe.
Ha sido un gran honor para mi intervenir en esta materia y os animo aprofundizar en el estudio del periodismo taurino, un genero apasionante, y todavia por descubrir a pesar de sus muchísimos afios de historia.
Muchas gracias.
