«Durante mi epoca como novillero y matador, yo era el único que llenaba las plazas en México»: Jorge de Jesús Gleason “El Glison”

Jorge de Jesús Gleason el “Glison” fue un matador de toros muy popular y de mucha convocatoria en la década de los 80s y principios de los 90’s. Con 62 años y alejado de los ruedos, recuerda su paso como matador de toros en una época muy vibrante para Tauromaquia en México.

¿Por qué el Glison?

“Fíjate que el Gleason es mi apellido, es Irlandés, yo estudié en la Narro (Universidad Local) soy Ingeniero Agrónomo, les ponen a la raza apodos y otros nombres como el juan, el pepe y a mí se me quedó el Glison”.

¿Cómo definir al Glison?

“Fíjate que gracias a dios mi vida me ha llevado de un escalón a otro no solo a mí, también a mi familia entera y es que hemos sido muy aventureros, yo por ejemplo a los 17 años me fui hasta Alaska dónde trabajé pescando salmón y casi me quedo a vivir allá porque es muy bonito”.

¿Por qué regresaste a México?

“Fue a los 21 años porque quería estudiar una carrera universitaria para ingresar a la Universidad Autónoma Antonio Narro de la cual me gradué como ingeniero agrónomo, pero pedí permiso por un año porque me dio la comezón de viajar y le di la vuelta al mundo”.

¿Por dónde anduviste?

“Viajé por Europa, por el norte de África, por Asia, regresé a la universidad, empecé como jinete charro jineteando toros y hacia el paso de la muerte, eso fue en las primeras etapas del rodeo en México te estoy hablando a finales de los años 70′ yo fuí de los primeros jinetes por que antes eran puros gringos, recuerdo que a los mexicanos no nos dejaban montar a una mano porque decían que no podíamos, que solo los gringos. Como yo jugaba americano en la universidad sabía hacer quiebres y un día en un lienzo charro en Saltillo que se llama “El Rayito”, un toro embistió a un grupo de jinetes que estábamos ahí viendo a las muchachas, todos corrían cuando el toro nos embestía hacia los cajones y yo me quedé enamorado del toro embistiendome, fue una sensación muy bonita”.

¿Y qué hiciste en ese momento?

“Cuando ya estaba cerquita de mí le hice un quiebre y el toro pasó por un lado de mí me enamoré de esa sensación de poder burlar al toro entonces ya en los rodeos y charreadas yo esperaba que saliera el toro que braveara para jugar con él para torearlo a cuerpo limpio como se dice”.

¿Y de ahí que pasó?

“Me convierto en el primer payaso de rodeo profesional en México en 1980 y resulta que cuando le dí la vuelta al mundo fui a Pamplona, España donde sueltan los toros por las calles en la Pamplonada, ahí corrí con los toros por las calles y fui por primera vez a una corrida de toros, después empecé a leer sobre la fiesta brava y me empecé a envenenar y de ahí nació el sueño de querer ser torero”.

¿Recibiste apoyo?

“Cuando termino la universidad, todos me dijeron que ya estaba muy viejo,, que era imposible que yo llegara a ser torero, pero no me detuve y busque la forma de llamar la atención del público, por eso resucite suertes antiguas que yo ya hacía como payaso de rodeo, como saltar los toros y poner banderillas cortas y gracias a dios tuve mucho éxito”.

¿Sentiste que tuviste éxito?

“Se llenaban las plazas y me convertí en el novillero que más festejos ha toreando en la historia de México ñ, un récord que todavía tengo a la fecha, luego tuve una cornada muy grave de femoral que es la principal causa de muerte en los toreros, no me la trataron bien y me dio gangrena, dure un año en hospitales estuve a punto de morir y luego me quisieron amputar la pierna. Todo el mundo decía que ya no iba a caminar pero gracias a Dios me recupere, volví a torear y volví a mandar y llenar las plazas. Después tomé la alternativa y contra todos los pronósticos, por la condición de mi pierna, pude torear con éxito durante algunas temporadas.

¿Cuántas cornadas le dejaron los toros?

“Nada más 39 cornadas”.

¿Te quedó a deber algo la fiesta brava?

“Ya estamos en paz, creo que fui el novillero y matador más importante de finales de los 80s y principios de los 90s. Sin duda tuve mi momento como lo han tenido otros toreros importantes en distintas épocas, aquello fue muy especial, pero la vida de un torero pasa rápidamente. Hay que entenderlo, asimilarlo y seguir adelante”.

Publicado en El Tiempo de Monclova.

Una respuesta a “«Durante mi epoca como novillero y matador, yo era el único que llenaba las plazas en México»: Jorge de Jesús Gleason “El Glison””

  1. En aquel tiempo,allá por 1992,lo vi torear en Tijuana,era mi héroe,sobre Eloy Cavazos,me impresionaba su tremendismo y jugarse el pellejo en cada pase,será de mis personajes favoritos en la historia😊

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