Por Juan Carlos Samano.
Dentro de la Fiesta de los Toros el llegar a ciertos niveles es complicado, sin embargo es mucho más difícil el mantenerse. Es por ello que tanto Novilleros como Matadores de Toros, cada vez padezcan más las complicaciones que representan el verse tomados en cuenta para cualquier tipo de oportunidad. Tocar puertas, pedir favores, cobrar de menos o hasta pagar, para poder verse acartelado y sobre todo, tener la oportunidad de darse a conocer.
Dos han sido los casos que en fechas recientes han sonado en el mundillo taurino. El primero, es el del novillero Aguascalentense Efrén Rosales Pérez, quien tuvo que saltar de espontáneo en La San Marcos para después iniciar una huelga de hambre a las afueras de este mismo coso. Situación complicada esta última, ya que presentó problemas de presión baja y azúcar, requiriendo la intervención de los Cuerpos Médicos para estabilizarlo. El segundo caso se dio en la Plaza de Toros Mérida, donde Michel Lagravere también salto de “espontaneo” al ruedo para pedir nuevamente oportunidad a la empresa Toros Yucatán, y ser considerado en su tierra. Triste y absurda resultó la imagen en donde se ve al torero Yucateco subirse esposado a una patrulla por instrucciones del Juez de Plaza, si bien es cierto que durante la lidia debe de guardarse un orden, no era para que las Autoridades procedieran de esa manera contra el diestro.
Muchos son los Novilleros y Matadores de toros y pocas las oportunidades que dan las empresas. Así como vemos a diestros constantemente acartelados en diversos festejos, otros no son tomados en cuenta. Ojalá hubiera un esquema más equitativo y justo, en donde se le diera oportunidad a todos, y sobresalieran los que realmente quieren ser y tienen con que mantenerse en esta complicada y desigual competencia.
Publicado en AM