Dos orejas y salida a hombros para Arellano en la tercera de la San Marcos.
De SOL y SOMBRA.
Tarde importante firmó José Miguel Arellano este domingo en la plaza de toros “San Marcos”, cortó dos orejas, salió a hombros y cuajó una buena faena a un muy buen novillo de Barralva, el cuarto de la tarde, con clase, bravura y transmisión. Alberto Ortega también dejó muy buenas sensaciones, ese valor sereno y la entrega siempre sin medida, con deseo de agradar, la oreja cortada, a ley. Cristian Antar dejó también buenos momentos, cortando también una oreja.
“Pescau”, de 370 kilos, el abre plaza, de Barralva, fue para el novillero José Miguel Arellano, que hizo el buen toreo de capa al recrearse por verónicas ante un ejemplar que mostró poca fuerza. José Miguel Arellano tuvo claridad de ideas, y trató en todo momento de no forzar a un ejemplar que perdía las manos. Cuando el planteamiento cambió y lo intentó por el izquierdo, surgieron muy buenos muletazos, aguantando una enormidad concluir los pases porque el novillo se quedaba corto. Pero si bien, las condiciones nunca fueron las óptimas, en él no cesó en su afán de agradar. Saludó en el tercio.

El segundo del festejo, “Maestrante”, de 405 kilos, de la ganadería de Barralva, para el novillero Cristian Antar, que comenzó su faena de buena manera, aprovechando la potabilidad del ejemplar, corriendo la mano diestra y dando profundidad al trazo. Se diluyó muy pronto la faena, faltando el entendimiento, el toque preciso, y darle ese tiempo y distancia a las series. La faena tomó un respiro cuando volvió a tomar la muleta con la mano diestra y ligó, la mejor serie de la faena. Tomó la espada de verdad.

“Cordobon”, de 378 kilos, tercero de la tarde, y primero del lote de Alberto Ortega, que sobrado de convicción esperó al ejemplar de Barralva a porta gayola, para después torear de rodillas con faroles. Sin duda, el deseo de agradar estuvo presente desde el inicio y por ello, el comienzo de faena tuvo esas notas de verdad, al torear de rodillas en las cercanías. El novillo muy pronto buscó la cercanía de tablas y mostró su poca fuerza. Ortega hizo siempre lo correcto, pues se puso en las cercanías siempre y la lucha la mantuvo hasta el final. Ajustadas bernardinas como adornos finales, cerrando con entrega su entonada labor. Una gran estocada dio muerte al novillo de Barralva.
“Gironto”, de 400 kilos, cuarto de la tarde, segundo del hidrocálido José Miguel Arellano, que en la muleta se encontró con un novillo potable, con calidad, y mucha transmisión, que regaló series con mucho portento. Sin duda el de Barralva tuvo ese motor y bravura, siempre yendo a más y permitiendo así que Arellano luciera con las series de buen contenido y mando que trazó. Dos orejas y arrastre lento al toro.

“Clavijero”, quinto de la tarde, otro buen novillo de Barralva que correspondió a Cristian Antar. La faena tuvo pasajes de calidad ante la nobleza que mostró siempre el novillo que se empleó con claridad por ambos pitones, metiendo bien la cabeza en la muleta, humillando, con transmisión y siendo repetitivo. Antar dejó instantes del buen toreo pero a su faena le faltó tomar ese vuelo. Al final, exponiendo de rodillas en los adornos finales para dejar una buena estocada y cortar una oreja.

El sexto, “Wameru”, de 406 kilos, el sexto de la tarde, para Alberto Ortega que salió a darlo todo, nuevamente, a porta gayola y con esa convicción y entrega. Este novillo quizá fue el de menos juego, con embestidas muy cortas, y con esa poca fuerza. No se tuvieron las opciones, pero nunca dejó de dar ese extra el novillero tlaxcalteca. Buena estocada y petición de oreja concedida, quedando en palmas.
Resumen del Festejo
Novillos de Barralva bien presentados y manejables en su conjunto, destacando el lidiado en cuarto que fue premiado con arrastre lento.
José Miguel Arellano (turquesa y oro): Ovación y dos orejas.
Cristian Antar ( azul marino y oro): Palmas y oreja.
Alberto Ortega ( rosa y oro): Oreja y palmas con petición.
Aguascalientes, Ags.- Plaza San Marcos. Tercera novillada de temporada. Tres cuartos de entrada.
