Sin toros y sin suerte, así fue la primera actuación de Roca Rey en la Feria de San Marcos 2023.

La quinta corrida de la Feria de San Marcos en Aguascalientes finalizó con el corte de una oreja para Fermín Espinosa IV. Mientras que el peruano Andrés Roca Rey y Diego Silveti se fueron sin apéndices. Los toros de La Estancia resultaron mansos en líneas generales. Se registraron más de tres cuartos de entrada en la Monumental.

Por Borja Ilián.

Andrés Roca Rey no logra acabar de llenar las plazas monumentales mexicanas, pero si consigue convocar a un público fiestero al que poco le interesa protestar por un ganado excesivamente manso y con algunos astados en el límite en cuanto a presentación.

La popular figura inició su tarde con un toro de feas hechuras, pero carnes apretadas y menos peso que sus compañeros de chiqueros. Roca Rey lo probó con el capote y comprobó que aquello sería mision imposible. Cabeceó en el caballo y acabó tumbandolo, sin picar llegó a la muleta del peruano. Roca Rey asomándose lo justo realizó dos tandas muy ligadas. La pierna contraria de Andrés jugó al cucú-tras toda la tarde.

Para la tercera tanda no quedaba toro. Nada por la izquierda y tremendismo con la diestra ante un animal tan inerte que no hubo manera de estoquearlo. Roca Rey tuvo que recurrir al descabello.

El cierra plaza de justa presentación iba a la muleta con algo de genio. El matador peruano lo citó en paralelo. Cuando se cruzaba lo hacía dejando la muleta atrasada. Abrevió su labor sin probar el pitón izquierdo y se retiró

Tendrá otra oportunidad en esta feria de Aguascalientes el próximo martes 25 de abril.

La oreja del heredero sanguíneo del Maestro Fermín Espinosa “Armillita” sucedió en el segundo de la tarde, ante un toro sin mucha presencia, al que Espinosa lo recibió con una larga cambiada de rodillas. El torero tuvo el mérito de realizar tandas con cierta quietud. Toreó al natural iniciando con un pase cruzado. Hubo un breve pasaje por la izquierda con temple y mando. Mató de una estocada entera y recibió una merecida oreja.

A su segundo Fermín Espinosa IV lo citó aliviado. El manso tomaba la muleta a trompicones. Desearíamos que se prodigara más al natural, ya que es por ese lado por donde se le ve con más sitio y buen gusto. Por ese pitón mostró la pureza de su toreo y fue capaz de citar con la tela caída y de frente, aunque la descarada falta de casta del astado provocó algunos pitos del tendido. Mató con eficacia y se retiró entre aplausos.

El más veterano del cartel, Diego Silveti, fue arroyado en un quite por un berrendo con muchos kilos que abrió plaza. Afortunadamente el de La Estancia se desentendió de Silveti cuando lo tenía a su merced, pero le infirió una cornada de dos trayectorias de aproximadamente 15 centímetros la primera y la segunda de 10 cms, en la cara externa, del muslo derecho.

Regreso de la enfermería para torear a sus dos astados pero abusando por momentos del pico en algunas ocasiones y sin mucha transmisión hacía el tendido. Al irse en blanco en sus dos turnos, pidió un toro de regalo que se despitorró contra un burladero nada más saltar al ruedo y así finalizó un festejo algo caótico por momentos y con un público demasiado enfiestado que terminó cantando el “Toro Enamorado de la Luna” al unísono con la megafonía.

Fotos TauroNota.

Fuente: Swissinfo.

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