Por Luis Carvajal – De SOL y SOMBRA.
Séptima Corrida de la Feria de San Marcos en Aguascalientes en La Monumental. Con tres cuartos de aforo. Se lidió un toro de Montecristo para rejones bien presentado y de buen juego. A pie seis toros de Los Encinos desiguales en presencia y mostrando debilidad en su variado juego. Destacó el lidiado en 4to lugar que recibió arrastre lento.
Héctor Gutiérrez se consagra en Aguascalientes en una tarde de diferentes matices donde hubo triunfos sin redondear por la falta de rotundidad en la suerte suprema. Andrés Roca Rey cortó una oreja en su primer enemigo y Octavio García El Payo paseó un apéndice en su segundo enemigo.
El hidrocálido Héctor Gutiérrez refrendó el gran momento que vive como torero. Y de qué manera, en su tierra, con su gente y ante la máxima figura del toreo Andrés Roca Rey. En el primer toro de su lote “Tenderillo” pudimos ver la dimensión del toreo de Gutiérrez y la personalidad que atesora; recibió al toro con parsimonía toreando a la verónica y se gustó en un quite por saltilleras que puso al tendido al filo de la butaca. Comenzó su faena de rodillas para remendar y comenzar a poco a poco de pie a meter al toro en la muleta. Muy asentado y con las zapatillas muy plantadas ejecutó derechazos largos y templados para cambiar de mano y seguir disfrutando al natural, fiel a su concepto. Que gran toro de Martínez Urquidi aunque jamás para vuelta al ruedo.
Cerró su faena por dosantinas y manoletinas de rodillas muy coreadas, sin embargo dejó una estocada caída y defectuosa que no fue impedimento para que el público hidrócalido le exigiera a Cesar Pastor otorgarle las dos orejas. Sin rigor alguno las concedió y de esta manera Héctor se consagró como el triunfador del festejo.
Con el cierra plaza intentó refrendar su triunfo sin embargo se topó con un toro soso y con poco recorrido donde lo más relevante fue su recibo de rodillas y un quite por tafalleras que culminó con una revolera pinturera.
El peruano Andrés Roca Rey se inventó una faena ante el primero de su lote, un toro anovillado al que recibió por chicuelinas bajas. Poco castigó recibió en el caballo, pues desde la capa ya mostraba mucha debilidad. Sin embargo el peruano fue poco a poco mimándolo y encontrando la altura para mantener al torito en su muleta. De esta manera logró ejecutar largos muletazos en una faena derechista que fue premiada con una oreja, a pesar de que su estocada fue defectuosa y después de haber pinchado.
Con el sexto se topó con el peor toro del encierro que jamás humilló y siempre embistió con la cara arriba. Ni el intento hizo el peruano en templarlo y se limitó a cumplir con su labor de manera decorosa.
Octavio García “El Payo” tuvo una tarde de constrastes. Mientras que con el primero de su lote se mostró desconfiado e instrumentó una faena de altibajos; con el 5to de la tarde ejecutó una faena de distintos calibres, cuidando siempre la embestida del burel y consiguiendo torear muy templado y con lentos muletazos a su débil astado. Poco le duró el gusto y terminó exponiendo, metiéndose entre los pitones del toro rescatando los últimos muletazos de su actuación. Dejó una estocada defectuosa que le valió para cortar una oreja aunque inexplicablemente terminó molesto y manoteando esperando un segundo trofeo. No había manera.
El joven queretano José Funtanet tuvo una tarde para el olvido. Largo es el camino que tendrá que recorrer el caballista para poder ser alguien en esta difícil profesión. Lidió un toro de Montecristo con transmisión al que había que templarle, sin embargo, hasta en 3 ocasiones se vio en apuros y el toro terminó desfondándose. Dejó banderillas largas y cortas, falló con el rejón de castigo y se fue entre alguna palmas e indiferencia.
De esta manera concluímos con una tarde de diferentes matices donde el factor común fue la debilidad de los toros de Martínez Urquidi y los fallos con la espada de los actuantes. Héctor Gutiérrez comienza a afianzarse como una realidad y dejando atrás la figura de “promesa” al seguir refrendando su buen momento con actuaciones de valía ante las principales figuras del toreo.