Por Borja Ilián.
La novena corrida de la Feria de San Marcos de Aguascalientes, finalizó con una oreja para el español Alejandro Talavante y otra para el mexicano Leo Valadez.
El también mexicano Arturo Macías recibió una fuerte cornada en el primer toro. Los toros de Campo Real algunos justos de presentación, dieron un juego muy irregular. Casi se lleno la Monumental de Aguascalientes.
Si uno ve las imágenes del tendido se dará cuenta que la entrada ha sido espectacular, pero la imagen de la monumental llena contrastaba con la presentación de algunos toros del encierro.
Abrió plaza el mexicano Arturo Macías con un toro que fue pitado por algunos presentes, pues no tenía trapío que se exige en esta plaza. Macías le realizó una larga y poco emotiva labor con el capote. Después con la muleta dejó algunos derechazos descompuestos y resultó prendido dos veces; la primera sin consecuencias y en la segunda recibió una fuerte y aparatosa cornada.
De acuerdo con el reporte médico, Arturo Macias “sufrió una lesión de tórax derecho debajo de la axila de aproximadamente diez centímetros de longitud en la piel con una penetración de dos trayectorias una hacía arriba disecando el músculo pectoral aparentemente sin lesión penetrante de tórax sin lesión vascular.”
Alejandro Talavante pasaportó al toro de Macias y posteriormente con el primero de su lote, abrevió tras un amagos de faena. Con el quinto, que tuvo más trapío, anduvo entre altibajos. Tras alguno pinchazos, escuchó más pitos que el astado.
El español pidió uno de regalo y de otra divisa pues saltó un toro de San Isidro, que fue bien al caballo y se empleó en banderillas. Tuvo a bien iniciar al natural y fue dejando pases sueltos pero sin mucha hondura a un toro muy parado. Mato bien, pero la faena no correspondía a tanto triunfalismo y menos a la oreja que dio el palco.
La otra oreja de la tarde se dio en al cuarto del encierro. Por la ausencia de Macias, tras el percance con el abre plaza, Leo Valadez apareció en escena con un toro que sí le permitió estirar los muletazos, incluso torear en redondo. Subió los ánimos con algunos circulares y tras bernardinas, ejecutó una estocada efectiva por lo que recibió un apéndice.

Antes con un toro más emotivo en sus embestidas, Valadez se lució en unas revoleras y en el tercio de banderillas, suerte que realizó ortodoxamente. En la muleta el toro acusó una sobrada falta de fuerza, aún así Valadez lo intentó, pero no tuvo tela de donde cortar. Mató tras descabello.
Con el tercero de la tarde pegó la tanda ligada más ligada y quieta del festejo. Por lo demás el torero hidrocálido no tuvo mucha suerte.