Por Paco Aguado.
El diestro valenciano Nek Romero cortó la única oreja en la novillada que abrió hoy la feria de Julio de Valencia, un festejo en el que también sus dos compañeros –Jorge Martínez y Mario Navas– mostraron valor, temple y torería con los desrazados utreros de La Cercada, impropios en su conjunto de una cita de este nivel.
Tres de los más brillantes miembros de la nueva y prometedora generación de novilleros no merecían anunciarse, en una tarde así y en una plaza de primera categoría, con un encierro como este, no solo de una ganadería prácticamente desconocida como esta de La Cercada sino también con un sexteto de utreros en su mayoría de feas de hechuras y de juego tan defectuoso.
Pero los tres resolvieron la papeleta con nota muy alta, haciendo alarde de valor sereno para aguantar sus deslucidas o complejas embestidas y llevarlos toreados, cuando se pudo, con temple, firmeza y, cada uno en su palo, con una admirable torería, por mucho que Romero fuera el que paseara, del sexto, el único trofeo concedido por la presidencia.
Porque ya antes a él mismo se lo negaron del tercero, un novillo que el, para otras cosas, tan exigente palco no quiso devolver a los corrales a pesar de que estaba claramente reparado de la vista. No se arredró por ello Nek Romero ni cuando el utrero le prendió de uno de sus inciertos arreones, sino que le aguantó con auténtico valor y le alargó el trazo de los muletazos muchas más veces de lo que parecía factible.
Como compensación, al de Algemesí le salió en sexto turno el único con un mínimo de entrega y duración, y lo aprovechó con creces: para empezar, y después de que El Soro le tocara una diana floreada con su trompeta, echó las dos rodillas al suelo para ligarle una vibrante y larga tanda de derechazos, que tuvieron continuidad, y mayor ligazón, mientras el utrero mantuvo su movilidad.
Ya a menos, en repetición y celo, el de La Cercada, todavía le cuajó Romero varias más con ambas manos, de uno en uno pero llevando muy enganchadas, y pasándose muy cerca, las cada vez más reacias embestidas, entre el calor de una plaza que le ha visto este año convertirse en una de las mayores esperanzas de la afición. Y esta vez la oreja cayó por su peso.
Tampoco creyó oportuno el presidente premiar a Mario Navas, que tuvo una actuación redonda con un lote negado, compuesto de un segundo de preciosas hechuras pero nulo fondo y un quinto amoruchado de todo. Y fue con ese pésimo material con el que el vallisoletano mostró su excelente y rápida evolución, manejando con precisión las distancias de los cites, de las alturas de los pases y los terrenos de la plaza para sacar mucho más de lo que ambos utreros le ofrecían.
Y además Navas lo hizo con un regusto muy especial y desde la base de un recreado temple, muy despacio todo el trazo de los pases, más o menos largos ante medias arrancadas o cabezazos defensivos, lo que se agradece e ilusiona especialmente en estos años de tantas prisas y tirones.
También con lentitud y pausa toreó a su lote un cuajado Jorge Martínez, que hizo su último paseíllo en España antes de su anunciada alternativa en la feria de Almería. Y sobre todo con el primero, un remiendo cuesta arriba de Núñez de Tarifa que nunca quiso humillar, pero al que aun así sacó buenos muletazos, ya que el cuarto se le rajó sin remedio, volviéndole grupas a las primeras de cambio.
FICHA DEL FESTEJO
Cinco novillos de La Cercada y uno de Núñez de Tarifa (1º), de muy dispar presentación y volúmenes, desde los de más finas hechuras a los bastos y amoruchados. En general, incluido el remiendo, novillada muy desrazada, sin fondo, a la defensiva o rajados en el último tercio, salvo el sexto, a menos, pero con mayor duración y entrega
Jorge Martínez, de corinto y oro: pinchazo, estocada tendida contraria y descabello (silencio tras aviso); pinchazo y estocada desprendida (silencio).
Mario Navas, de esmeralda y oro: estocada atravesada (ovación); estocada desprendida delantera (vuelta al ruedo tras petición de oreja).
Nek Romero, de verde botella y oro: estocada contraria y descabello (vuelta al ruedo tras aviso y petición de oreja); pinchazo y estocada desprendida (oreja tras aviso).
Entre las cuadrillas, destacó picando al sexto Daniel López y Víctor del Pozo saludó tras banderillear al tercero.
Primer festejo de la Feria de Julio, con algo más de media entrada en los tendidos (unos 6.000 espectadores), en tarde de calor húmedo y rachas de viento.