Por Luis Cuesta – De SOL y SOMBRA.
La tauromaquia no pasa por un buen momento, la temporada quitando las ferias de Sevilla y de San Isidro, camina en una pasmosa medianía y salvó el interés que despiertan Roca Rey y Morante de la Puebla, el resto del escalafón no emociona mucho ni lleva gente a las plazas, salvo algunas contadas excepciones. La despedida de toreros líderes como El Juli, podría ser un factor importante para que la próxima temporada continúe disminuyendo el número de festejos en España, claro, mientras no surgan nuevas figuras del toreo o toreros que interesen.
Los números que ha presentado hoy el portal Mundotoro en su editorial son alarmantes, y manifiestan una clara disminución en comparación con los que se registraron en 2022, en donde parecía que había una efervescencia por la tauromaquia tras la pandemia.
Según lo registrado por Mundotoro la temporada 2023 va camino de la recesión, en comparación con los festejos celebrados en 2022, año de la normalidad post pandemia. Con fecha al 1 de agosto, el año pasado se habían celebrado 587 festejos mayores en España. Sumando corridas de toros, novilladas y festejos de rejones y mixtos. Este año, en la misma fecha de 1 de agosto, se han celebrado 345 festejos mayores. La diferencia es brutal: 242 festejos menos en 2023 respecto a 2022. Un 41,22% menos.
242 festejos que significan unos 1.100 boletines menos de Seguridad Social y el mismo número de salarios, unas 1450 reses en el campo, a bote pronto. En compatibilidad con el año 2008, en pleno siglo XXI, la economía salarial ha perdido y el empleo se traduce en una pérdida de 41.790 boletines de Seguridad Social menos, el mismo número de salarios, y 2.388 reses menos lidiadas cada año que va desde 2008 hasta 2022 – 23.
Es una realidad que con la llegada del nuevo siglo el numero de festejos taurinos comenzo a disminuir dramaticamete y una vez terminada las primeras dos décadas, nos hemos encontrado con que el numero de festejos sigue disminuyendo. Lamentablemente los mas afectados con esta crisis que hoy nos parece imparable, son esa especie en extinción llamada novilleros.
Los focos rojos estan prendidos y como señala Mundotoro: “No se habla de esto, pero creemos que estos datos son tan alarmantes, que hay que alertar a quienes tratan de esconderlos debajo de una manta. Hacer trampas al solitario se nos da muy bien, pero si seguimos así no va a haber ni cartas para hacerlas.”
En México la situación también es alarmante, ya que ademas de la disminución de festejos en todo el territorio nacional, hay que sumarle las continuas amenazas de los antitaurinos, el cierre de la Plaza México y el retiro permanente o temporal de grandes figuras como Enrique Ponce, Pablo Hermoso de Mendoza, José Tomás o El Juli que fueron los últimos titanes del toreo que llevaban gente a los tendidos.
Hoy, con excepción de Roca Rey, ningún torero extranjero o nacional es capaz de llenar uno de los grandes escenarios de nuestro país y eso es algo que para la temporada 2024 a los empresarios les debe de estar preocupando. Sin embargo, con la Plaza México cerrada y sin el surgimiento de nuevas figuras del toreo en España o en nuestro país y de un verdadero revulsivo empresarial, se ve muy difícil que el panorama y la actual situación pueda cambiar en los próximos años.
Por todas estas razones, pienso que es el momento ideal para empezar a promover cambios radicales en una industria que como decía un gran empresario, durará el tiempo que haya aficionados que lo mantengan y que vayan a la plaza; y el día que dejan de ir, como cualquier otro espectáculo tendrá que decaer.
Es lo que digo yo.