Por Juan Carlos Sámano.
Sin duda alguna, la noticia del retiro de Julián López Escobar para este fin de temporada, ha dejado al mundo taurino sin habla. Simple y sencillamente porque no se esperaba tal anuncio tras 25 años de alternativa, manteniéndose siempre como primer figura del toreo.
“El Juli” siempre fue considerado un niño prodigio dentro de la tauromaquia mundial. Casos como este, los hemos podido conocer a través de la historia del toreo, destacando sin duda, José Gómez Ortega “Gallito”, quien a su corta edad era tal el conocimiento que tenia sobre las reses que llegó a ser llamado “El Rey de los Toreros”, además de aportar grandes cambios en la tauromaquia vigentes hasta el día de hoy. Otro caso más reciente, es el del novillero Marco Pérez, quien desde los 7 años inició en este periplo de una forma asombrosa, mostrando un conocimiento tal, similar al de un novillero de mucha más edad.
Abrió la Puerta del Príncipe en un festival y está a punto de tener su primera novillada con caballos a sus escasos 15 años.
Que habría que agregar más sobre la tauromaquia del “Juli”, si desde su presentación en México en 1997 mostró unas cualidades extraordinarias, mismas que le han servido para mantenerse durante 25 años como “figura” indiscutible del escalafón mundial. Dueño de un toreo largo y profundo, cadencioso, producto de ese conocimiento que tiene tanto de los toros como de los terrenos. Toreo de mano baja, ese que arrastra la bamba de la muleta en el albero acompañada de un temple que “El Juli” suele imprimir a sus faenas.
José Tomás ya no torea, solo muy de vez en cuando, Ponce se encuentra en retiro y ahora “El Juli” anuncia su despedida, solo queda Morante como figura máxima en la tauromaquia y sobre él la responsabilidad de llevarla a buen puerto. Se avecinan tiempos de cambio, esos tiempos en que los diestros ya consolidados, esos que han probado las mieles de las grandes tardes, se deberán de consagrar y sobre todo de mantenerse muy en alto para engrandecimiento y continuidad de la tauromaquia. Gracias Julián, me quedo con el grato recuerdo de haberte visto torear en varias ocasiones, inclusive en Madrid, donde aparte de tener un toro complicado por delante, también supiste lidiar a tus paisanos en el tendido. Suerte Maestro.
Publicado en AM Querétaro