La Feria de San Miguel en Sevilla y la Feria de Otoño de Madrid coinciden en fechas este final de temporada, ambas marcadas por la despedida de El Juli.
El acontecimiento máximo es la despedida de El Juli: el sábado 30, en Madrid; el domingo 1, en Sevilla. (Las dos corridas pueden verse en One Toro). Esta última etapa de su carrera está siendo absolutamente feliz: triunfos continuos, gran exposición sobre él en Las Ventas. Es muy difícil saber retirarse a tiempo: una vez más, El Juli ha demostrado su inteligencia y está recogiendo los frutos.
La gran incógnita es si podrán torear Morante, resentido de una lesión, y Daniel Luque, que reapareció triunfalmente después de su tremendo percance (el toro le sacó los intestinos). Lo lógico es que, después de unos días de recuperación, no se pierdan los dos las citas de Sevilla y Madrid. En San Miguel pasará su último examen de la temporada Roca Rey, triunfador en taquilla y trofeos, discutido por su estilo.
Las dos Ferias acaban en punta, como una sinfonía romántica. En Sevilla, un cartel inmejorable, Morante, Juli y Luque; en Madrid, Morante, el irregular Talavante y el mejicano Fonseca. Destaco también el cartel madrileño del sábado 7, con Luque y los dos sevillanos, Ortega y Aguado, obligados a despejar dudas.
En Sevilla, se espera colocar el ‘No hay billetes’; en Las Ventas, el número de abonados supera ya los 17.000, la cifra más alta de la última década. A pesar de los problemas económicos y de la terrible situación política, el público responde, cuando se anuncian grandes carteles.
Si los toros tienen la casta debida, seremos felices en Sevilla y en Madrid, olvidándonos de Pedro Sánchez y Puigdemont, de la amnistía y el referéndum. La nuestra es una Fiesta del pueblo español, que no necesita pinganillos para entenderse.
Por Andrés Amorós.