Es lo que digo yo: Los cuatro fantásticos se miden en Guadalajara.

En los toros siempre es buen momento para pensar en los puntos importantes sobre los que se debe cultivar el futuro y uno de ellos es el cambio generacional en el escalafón.

Por Luis CuestaDe SOL y SOMBRA.

En los últimos años hemos estado viviendo en el toreo una nueva época marcada por la irrupción de toreros jóvenes con una fuerza no vista en el presente siglo, con ilusión y un toreo que ha despertado interés no solo en la afición taurina, sino también en otros sectores.

Estamos sin duda ante un relevo generacional, que para la fiesta llega en un momento más que necesario, con jóvenes matadores que se han ganado su lugar para situarse junto a las máximas figuras y que el público está comenzando a demandar en todas las plazas.

Esta nueva generación de jóvenes promesas mexicanas del toreo, nos ofrece un interesante cartel que tendrá lugar este domingo en el Nuevo Progreso de Guadalajara conformado por Héctor Gutiérrez, Diego San Román, Isaac Fonseca y Arturo Gilio.

Hay que puntualizar que desde hace muchos años una corrida compuesta únicamente por toreros mexicanos, no levantaba tantas expectativas como las que está generando este cartel. Y es que en el ruedo se podrá ver cuatro concepciones de toreo que pellizcan el alma y despiertan nuevas sensaciones, que ilusionan y que hacen expectantes nuevamente las tardes de toros.

Los cuatro alternantes sueñan con llegar a ser figuras del toreo y entienden perfectamente que si hay algo difícil en este mundo, es precisamente ser figura del toreo algo que es “casi un milagro” como dijo El Viti; de esto radica que todo aquello que se consiga este domingo en el ruedo del Nuevo Progreso seguramente tendrá esa recompensa plasmada en contratos y en el ánimo de la afición.

De los cuatro hasta el momento el monarca en su país, ha sido Diego San Román. El queretano (27 años) ha triunfado en casi todas las plazas que ha pisado con triunfos rotundos en los que ha eclipsado a sus rivales. El caso de San Román es de verdad algo excepcional ya que en un corto tiempo ha generado un ambiente que es propio de los toreros consagrados. Y porque además ha conseguido de golpe lo que a muchos otros toreros les cuesta lograr en varias temporadas. Este domingo tendrá que refrendar su gran temporada, en el que quizás sea el compromiso más importante de su corta carrera como matador de toros.

Héctor Gutiérrez (25 años) ha conquistado Guadalajara desde sus inicios cortando orejas e indultando un toro el 24 de octubre del año pasado tras una faena magistral. Este hecho propició que se le anunciara por distintas plazas de toros de México. Gutiérrez es un torero con buenas formas y que cuando sale inspirado o se acomoda con un toro puede enloquecer al tendido, ya que tiene la onza para hacerlo.

El Caballo de Troya para este domingo puede ser Isaac Fonseca (25 años) que es un torero de espectáculo y que parece tener una obsesión por los números. Y no porque sea un matemático consumado, aunque lo suyo, desde que tomó la alternativa, sea sumar. Sumar festejos, orejas, rabos y salidas a hombros.

La vida Fonseca ha sido un ejemplo de constancia, superación y responsabilidad. Nació en cuna modesta en Morelia, en donde algunos años después decidió hacerse torero. Su carrera como novillero en España fue todo un éxito, pero su carrera como matador, pese a su enorme ambición y empeño por abrirse camino sigue siendo un volado en el aire, aunque a su favor hay que decir que ha ido depurando su concepto y recursos. Este domingo en Guadalajara no lo va a tener fácil, pues pese a la incondicional admiración que el público siente por su carisma y sus arrebatadas ganas por ser figura del toreo, en los tendidos también estarán grandes accionados que lo van a medir y le exigirán que justifique la expectación despertada en todas las plazas en donde se le anuncia y los altos emolumentos que viene percibiendo por torear. Isaac es el único responsable de haberse puesto el listón tan alto; y solo él será responsable de conseguir llegar a ser figura del toreo y de no ser parte de la trágica leyenda de aquellos toreros que se quedaron en el “ya mérito” tras sus primeros años de alternativa.

Por su parte Arturo Gilio (23 años) ha tenido su momento más destacado como matador de toros precisamente en Guadalajara, fue durante el pasado mes de febrero cuando abrió la puerta grande del Nuevo Progreso tras conseguir una faena muy importante a un toro de Los Encinos. Tras esa tarde ha estado toreando con regularidad entre México y España. Si algo distingue a Gilio es su constancia, ya que es un torero que vive y sueña con el toreo las 24 horas del día. Este domingo tendrá la ocasión ideal para demostrar todos sus avances, pero también para romper con la timidez que en ocasiones le aqueja y con ello plasmar en el ruedo su sello personal que ha estado cultivando durante los últimos meses.

El ganado será de máxima categoría, ya que se anuncia una corrida de Villa Carmela, uno de los hierros más triunfadores del campo mexicano y que cuenta con una trayectoria impecable, misma que lo ha llevado a lidiar en las plazas más importantes del país y para las figuras del toreo más relevantes.

Otra parte importante de este domingo será ver cuanta juventud ocupará los tendidos de la plaza de toros y es que uno de los mayores retos que tienen por delante estos aspirantes a figuras, es reenganchar a la gente con la que hoy comparten edad y que será la que los ponga en el pedestal de ídolos o mínimo como referentes de su generación.

Cambio de tercio

Es cierto que el «runrún» del relevo generacional lleva sonando mucho tiempo, aunque nunca había sido tan palpable como ahora. ¿Entonces podemos decir que el cambio ya es una realidad o está aún en proceso? Pronto lo sabremos, pero por ahora vamos a esperar a que todo salga como lo esperamos, es decir; que los toros embistan, que los toreros lo dejen todo en el ruedo y que el público acuda en gran número a la plaza.

Es lo que digo yo.

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