Por Marta Jiménez.
Los sueños o las ilusiones son conceptos tan efímeros como el propio arte del toreo. Y en faenas intangibles de las que constantemente un toreo recrea en su pensamiento en eso basó ayer el Francisco Rivera Ordóñez su pregón de a Feria Taurina de Málaga en el Colegio de Aparejadores.
Paquirri Jr. hizo un recorrido por las emociones de un torero desde que en su niñez, en la mayoría de los casos, despierta en su interior el sueño de consagrar su vida a crear arte delante de un toro.
Dando una imagen cercana, incluso utilizó gafas para la lectura , el diestro madrileño reconoció estar pasándolo ” fatal” por los nervios la empresa que le esperaba algo que también reconoció le hacía especial ilusión.
Su intervención fue muy breve. A penas 15 minutos bastaron para que el diestro madrileño envolviera a los presentes con una historia de magia y sensaciones únicas.
“Lo que nos hace sentir un toro no nos lo hace sentir nadie” confesó el torero mientras añadía que las emociones de un matador el día de la corrida vienen desde el sorteo “cuando te toca este toro que lleva dentro tu alma gemela”.
Tildó de mágicos momentos de la liturgia torera como el hecho de conseguir emocionar a alguien con el hecho de torear de salón y el ver “cómo un animal salvaje puede crear de una lucha una obra de arte”.
Aunque no se prodigó en demasiadas palabras dedicadas a la Feria de Málaga, no faltaron referencias a su Triana y su Ronda. En este caso recitó un poema de José León que era una exposición de las semejanzas entre el mítico barrio sevillano y ciudad serrana.
De las palabras del diestro, reconocido en su día con la Medalla de Oro de las Bellas Artes, se destilaba un manifiesto en favor del valor cultural y artística que encierra el mundo de los toros, así como una defensa a ultranza del toro bravo y su carácter fundamental para a propia vida de la fiesta nacional.
Tanto es así que su última frase fue: “Sin él no seríamos nadie”. Seguida de, una cerrada ovación.
Rivera Ordóñez, que llegó acompañado de su prometida, Lourdes Montes, fue presentado por la alcaldesa de Ronda María Paz Fernández que hizo un repaso por toda la dinastía Ordóñez desde El Niño de la Palma, nacida en Ronda y que sigue estando estrechamente relacionada con la ciudad del Tajo.
Palabras en las que cobró un especial protagonismo el nombre, el arte y la tauromaquia del maestro Antonio Ordóñez así como la Maestranza, de la que Francisco es empresario, y la celebración anual de la archiconocida corrida goyesca.
Previo al pregón , que comenzó con vario minutos de retraso, distintas autoridades dirigieron unas palabras al pregonero como fueron el vicepresidente de Diputación, Francisco Oblaré; el alcalde Francisco de la Torre y José Luís Ruiz, delegado del Gobierno Andaluz. Todos ellos conducidos por Leonor Muñoz, presidenta del Colegio de Aparejadores.
En el acto también estuvieron presente rostros conocidos del mundo taurino de Málaga, como los presidentes de la plaza de toros Ana María Romero e Ildefonso Dell ‘Olmo, el empresario José Cutiño o el matador de otros Rafael Tejada.
Como es tradición, el acompañamiento musical corrió a cargo de los de clarines y timbales de La Malagueta y por la banda municipal de música que interpretó un selección de pasodobles entre los que estaban Pan y Toros y La Concha Flamenca. Como broche sonaron los himnos de Andalucía y España.