Aquellos Periodistas: ‘Para tener una fiesta digna, hay que tener las conciencias limpias’

Por El Bardo de la Taurina.

Cuando una pregunta se va haciendo cotidiana, es razón inequívoca de que algo interesa, el cuestionamiento es; ¿Cómo eran los periodistas de antaño? y ¿cuál es la diferencia con los de ahora?, la respuesta es que el término periodista se ha abierto producto de la modernidad, más antes había buenos, regulares, mafiosos (revista ‘Tiempo’ ‘La crónica taurina pagada’ donde se dan nombres de medios, de periodistas y cantidades del entre o del apoquine) más a la denominación de Medios de Comunicación se suman los usurpadores, los arribistas, los paleros, los extraños, los medrosos, los lambiscones y los metalistas, quienes a través de la ‘publicidad camuflajeada’ o el ‘embute’ venden triunfos, tapan fracasos y alteran realidades o viceversa y que pululan en medios; escritos, hablados, televisivos, gráficos cibernéticos y dentro de esto, los que nada tienen que ver con la profesión pero que se las dan que dizque de comunicadores que son los que se valen del twitter o del Facebook y aquí como me señalara el otro día un asiduo y respetado lector (Ramÿfffff3n) que se montó en la ambigüedad de un término y con ello aprovecho pa’ ponerme unas letras pensando seguramente en aquello de que ‘El Coronel no tiene quien le escriba’ y entre su descarga decía ‘que si alguien algún día se le antoja hacer un pastel y lo hace, eso no lo hace un gran pastelero y menos aún poderoso y triunfante pastelero’ y el entusiasta aficionado a quien saludo afectuosamente, no se equivoca pues una cosa es una y otra es otra, pero que tal si pa’ centrarnos recurrimos a la academia de dos grandes maestros del periodismo los intemporales Don Jesús ‘El Ciego’ Muñoz y Don Eduardo Téllez Vargas ‘El Güero’:

‘El Ciego’ Muñoz en entrevista que concedió a Bernarda Muñoz en la revista ‘Torerísimo’ dice ‘Para ser un buen periodista, pienso es necesario ser objetivo, imparcial y honesto (¡Ha rodar cabezas!) amén de tener amplios conocimientos de la fiesta de toros’ (¡Tómala barbón!) y continua ‘El periodismo taurino en mi época – y en otras – enseñaba y orientaba al aficionado para comprender mejor al toro’ y va esta otra ‘Cuando a un toro le cortas las orejas y el rabo o cuando ganas la noticia en exclusiva, es la satisfacción más grande que te pueden dar, el torero y el periodismo. Así lo siento y así lo sigo viviendo. Tan difícil es escribir de toros como aprender el oficio de torero’. (Charran, chan,…chan, chan)

En el libro de otro maestro que lo fue José Ramón Garmabella ‘¡Reportero de policía! El Güero Téllez’, editorial Océano a la letra dice ‘El periodismo en 1930 era más bohemio y al periodista se le quería y respetaba porque tenía un gran sentido de la decencia y de la honestidad era incapaz, por lo tanto, de recibir cinco centavos de nadie.’ y por ahí continua el maestro ‘Güero’ Téllez; ‘Periodista es el que vive de ello, para que una persona se considere un profesional del periodismo debe ser honesta, culta y debe estar dispuesta a decir la verdad’, Así mismo el periodista debe de ser profesional que no le interese el dinero que le vayan a pagar, sino el triunfo de informar la verdad a sus lectores’, ‘Si un hombre no tiene esos conceptos no es profesional. Por ello, cuando alguien sostiene que cualquiera puede dedicarse al periodismo, le replico enérgicamente que no es cierto, puesto que para dedicarse a él, deben tenerse muchas cualidades y si no se cuentan con ellas, pues simplemente no se es periodista. Así de fácil’

Ante la claridad de los maestros obviamente no hay nada que agregar solo recomendarle que se sumerja en las crónicas de aquellos tiempos y usted solito se dará cuenta cual era la diferencia, ¿tiempos diferentes…?

2 respuestas a “Aquellos Periodistas: ‘Para tener una fiesta digna, hay que tener las conciencias limpias’”

  1. No comparto la opinión del Señor Arturo López, en cuánto a lo que dice del Ciego Muñoz, pues era muy centavero con los toreros pero el que sí se llevaba el mérito grande de “tunelero” era Pancho Lazo; ése señor, no dejaba tíntere con cabeza si no se reportaban con él, en metálico.

  2. Lo mismo o mas aplica a narradores de radio y/o televisión. Ahora se necesitan tres, cuatro, cinco o mas gentes (que no cronistas) para narrar una corrida y aún así “nos quedamos de a seis”, porque ni aprendimos nada, ni fuimos orientados y, muchas veces, las mas quizá, no corresponde lo que vemos con lo que nos están diciendo. Loor a Paco Magesto, Pepe Alameda; en España a Matías Pratts, Gregorio Corrochano y algunos mas…

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