“Aquello de que a los toros hay que ir a divertirse es una falsedad. A los toros hay que ir dispuesto a sufrir; provisto de una lupa para comprobar la casta y fortaleza de las reses, la integridad de sus astas, el discurrir de la lidia, el mérito de sus lidiadores (…) Y si algo de esto falta, el aficionado conspicuo lo exigirá con la vehemencia que sea del caso” – Joaquín Vidal.
Por Juan Carlos Valadez – De SOL y SOMBRA.
Si hoy en día me dan a elegir entre triunfalismo y seriedad me quedo con la seriedad. Pero con esa seriedad que busca la verdad, la honestidad y la integridad en todos los tercios de la lidia, sin condicionantes, pero también sin miramientos.
Talibanes, extremistas, ultras, reventadores, hooligans, censores, golpistas, malos aficionados… y últimamente imbéciles. Esos son los improperios, insultos y afirmaciones que sueltan ciertos palmeros de las figuras y unos cuantos periodistas sobre el aficionado serio y exigente. Me hace especial gracia que un crítico se dirija hacia esos aficionados serios y duros, para insultarlos a través de un medio de comunicación.
Pero más aún me parece muy bochornoso, inadecuado, irrespetuoso y una falta de profesionalidad total que periodistas supuestamente serios se dediquen a insultar a los aficionados libres y honestos desde sus tribunas utilizando un micrófono como su principal arma.
Yo me pregunto: ¿Qué sería de las plazas de primera categoría sin estos aficionados que exigen democráticamente sus derechos en el tendido? Pues probablemente no quedaría nada de nada, es decir ni rigor, ni importancia, ni honestidad o un ápice de integridad en las primeras plazas del mundo. Porque es una realidad que los palmeros y amantes de la fiesta están adueñándose de los tendidos al grado de estarlos convirtiendo en una extensión de su fiesta decadente y artificial.
Ante esto quisiera recordar la siguiente frase histórica de un gran crítico taurino:
“Aquello de que a los toros hay que ir a divertirse es una falsedad. A los toros hay que ir dispuesto a sufrir; provisto de una lupa para comprobar la casta y fortaleza de las reses, la integridad de sus astas, el discurrir de la lidia, el mérito de sus lidiadores (…) Y si algo de esto falta, el aficionado conspicuo lo exigirá con la vehemencia que sea del caso”
Sin lugar a dudas una gran frase mítica de un genio literario y un crítico fundamental de la tauromaquia como lo fue Joaquín Vidal, que hoy tristemente ya no tendría sentido para los triunfalistas modernos.
De verdad que es una pena que la crítica y el periodismo taurino serio estén desapareciendo, ahora solo hay sicarios de la tinta que tienen como único propósito el tapar todos los defectos posibles e inventar virtudes para confundir y manipular al aficionado taurino.
Hoy la pureza así como la verdad y la integridad han muerto de los ruedos –salvo en el caso de 4 o 5 privilegiados-, ya que son tiempos en donde al “destoreó” le llaman toreo, y los periodistas insultan a los aficionados por no estar de acuerdo con su “incorruptible” opinión. Y al que no sabe, no lo quieren enseñar, porque prefieren que a los toros solo vaya a divertirse. Por esta razón al que sabe mucho lo quieren expulsar de las plazas, ya que no bueno para el negocio.
Afortunadamente todavía no es muy tarde para intentar salvar a la fiesta de su propia extinción, la cual se producirá por culpa de algunos personajes “famosos” que ya todos conocemos, al menos de que ocurra un milagro.
Los aficionados tenemos el poder de cambiar la actual situación por la que atraviesa la fiesta, pero para ello tenemos que dejar un poco las redes sociales y acudir a las Plazas de Toros. Es vergonzoso que los aficionados más exigentes quieran cambiar las cosas criticando todos los días desde sus cuentas de FACEBOOK o TWITTER.
A esos no los necesitamos, también ellos son un cancer, lo que necesitamos son aficionados serios y críticos pero en las plazas de toros, no sentaditos en las salas de su casa o móviles llorando como niñitos (as) caprichosos.
El crítico y el aficionado serio siempre estará en la plaza de toros. Y si no, cómo dijo un ex presidente: ¡A callar chachalacas!
* Basado en un texto de Juanjo Herrero.
Twitter @Twittaurino
Una respuesta a “Opinión: A los toros hay que ir dispuesto a sufrir.”
Pues yo discrepo un poquito, bastante. Del purismo mas purista, solo sale la desertización. En una plaza de toros, representación teatral por excelencia, caben todas las artes. Quien solo quiera ver tragicomedias que elija el abono.