Por Santiago Carranza-Vélez.
El diestro Andrés Roca Rey (Lima, 1996) no es solo una figura del toreo, sino que se eleva como líder en su profesión. A finales de mayo reunió a toreros de la talla de Enrique Ponce, José María Manzanares, Escribano o Aguado para realizar una campaña mediática y exigirle al gobierno español que cumpla sus responsabilidades con la tauromaquia. A la par, el limeño enviaba una donación de 15,000 mascarillas a Iquitos. El confinamiento, dice, lo ayuda para reflexionar sobre el toreo y la solidaridad. Le responde a CARETAS por vía telefónica en exclusiva desde Sevilla, España.
El lunes primero de junio te operaste la rodilla justo antes de la vuelta, con aforo restringido, de los toros en España, ¿salió bien?
La operación salió bien. Era una lesión que traía desde hace 2 años, pero al estar en actividad no podía operarme. Aproveché este parón del toreo. Era una rotura del menisco. Ya estoy caminando. Tengo que hacer fisioterapia y empezaré a entrenar dentro de poco. Espero estar completamente recuperado en menos de mes y medio.
Estás promoviendo la campaña de La Cultura no es Censura, ¿cómo se recibió?
En España hay un gobierno al que no le gustan los toros y no quieren aceptar que la fiesta es cultura. Pero el toreo es bien de interés cultural y a todos los sectores culturales se le da un dinero. Y al toro no se le ha dado nada en este momento de crisis. Hay muchísima gente dentro de este sector que necesita del apoyo para poder vivir, comer y más que nada hicimos la campaña por eso. No debe haber discriminación al toreo porque a un Presidente o Vicepresidente no le gustan los toros. Creo que un gobierno no tiene que luchar ni defender al país según sus gustos, sino representar a todo el pueblo. El gobierno no está cumpliendo su tarea. No está respetando la cultura de España.
En Perú, si bien el Tribunal Constitucional (TC) declaró constitucional la tauromaquia, seguimos viendo a algunas asociaciones animalistas, políticos, incluso a la misma presidenta del TC pujando en contra de la fiesta y hasta hablan de realizar un referéndum sobre el tema, ¿estarías dispuesto a realizar una campaña del mismo corte en Perú?
Por supuesto, ahora mismo hay cantidad de personas o de grupos que se hacen llamar “animalistas” (simplemente son antitaurinos), pero lo único que quieren es acabar con las corridas de toros. No se dan cuenta de que si se para la fiesta, la raza del toro bravo se extingue. Y los que más cuidan al toro bravo son los ganaderos, los toreros, los mismos aficionados. Si se quejan de las corridas, yo les pregunto: “¿ustedes que hacen por el toro bravo?”. Tienen que hablar con justificación.
Acabas de mandar una donación muy importante de 15,000 mascarillas para Iquitos, ¿cómo decidiste hacerlo? ¿Lo volverías a hacer?
Dentro de mi educación por parte de mi familia y por lo que he aprendido en el mundo del toro, siempre he estado rodeado de gente solidaria. Aprendí desde muy chico que cuando puedes ayudar, no se puede dejar pasar una oportunidad. No he ido al Perú desde que empezó el confinamiento y estaba muy preocupado por todo lo que pasa. Me dan tristeza las muertes. Entonces, mandé las mascarillas para que ojalá sirvan a la gente que las necesita. La selva está muy afectada y ayudarlos es crucial.
Un tema que los taurinos en Perú se preguntan es si en algún momento, además de ser una figura del toreo, piensas involucrarte en la ganadería o en el empresariado taurino en el Perú, ¿lo harías?
Ser ganadero implica muchas cosas. Ellos prácticamente se dejan la vida porque al toro bravo hay que cuidarlo muy minuciosamente. Tienes que estar mimándolos las 24 horas del día. Ahora mismo no podría dado que por mi profesión estoy viajando casi siempre. La verdad es que sí me gusta el campo y estar en las ganaderías de mis amigos. Y sobre el tema empresarial, quizás. Uno nunca sabe lo que viene y es algo que puede salir a futuro.
Por otro lado, ¿qué te parece la postura que tiene el Estado peruano con la tauromaquia?
Mientras haya respeto por un pueblo que vive su fiesta y su cultura, no hay problemas. En Perú se hacen cerca de 700 corridas de toro al año. Las plazas se llenan y es un país que destaca por su afición a la tauromaquia.
¿Qué otros planes tienes?
Recuperarme físicamente. Tratar de apoyar a la gente que lucha contra el COVID. Y, cuanto antes, quiero empezar a torear. Todo este tiempo en casa sin poder salir y sin ver personas, da para pensar. Es un momento para asegurarte de tu mentalidad y evolucionar como torero, madurar. Así como es un poco pesado estar encerrado, también ha traído cosas buenas. Creo que todo el mundo ahora ve la vida de otra manera.
Publicado en CARETAS