Sus encuentros y desencuentros con Ana Soria y Paloma Cuevas son el principal tema de conversación sobre Enrique Ponce fuera del mundo del toreo, y este barullo en el mundo del corazón se cuela por todos los recovecos que encuentra. Aunque 2020 debía ser un año triunfal para Enrique Ponce, recuperado de una peligrosa lesión y decidido a torear en todas las plazas para celebrar sus treinta años de alternativa, el gran golpe del coronavirus y el oleaje suscitado por su divorcio le ha obligado a modular sus planes y a trabajar menos de lo que le gustaría. Sin embargo, contra viento y marea, Enrique Ponce no se retira: “Yo toreo porque es mi vida”, dice el matador.
En una entrevista con Tendido Cero, Ponce ha reflexionado sobre su lugar en el oficio y su estado de ánimo durante este año complicado: “Nunca he toreado por dinero y ahora mucho menos, toreo porque me siento vivo. De no haber ocurrido lo del COVID tenia pensado torear más que nadie, era mi manera de celebrar mis treinta años de alternativa. No ha podido ser, pero aquí estamos”.
“Yo creo que mucha gente no es consciente de lo que me costó volver a torear”, explica el torero, que el año pasado en Fallas terminó con la rodilla completamente destrozada. “La lesión fue una de esas lesiones con las que te quedas cojo y yo tiré para alante y a los cinco meses estaba de vuelta. Y llegamos y nos encontramos esto. Yo creo que la madurez que te da la vida y los años en el toreo son importantes para afrontar una cosa de estas”.
Pese al acoso de los paparazzis, Ponce, torea, firma y atiende a sus fans, y rebosa de ilusion, aficion y ganas de torear. “Yo creo que este es un año en el que hay que ser solidario con la gente, con tu profesión, con el mundo que amas. Asi es como lo he enfocado yo. Yo sabia que en cuanto hubiese posibilidad de organizar corridas de toros, ahi iba a estar. Era muy importante no dejar un año sin toros, y ese objetivo lo hemos cumplido”.
¿Por qué no se retira Enrique Ponce?
“Yo pensaba si debia retirarme o no, lo llegué a pensar, pero de repente dije: ‘Por qué tengo que dejar algo que es mi vida mientras pueda hacerlo y mientras quieran verme?’ Lo más importante es que te aguanten”, bromea, y la afición aún no ha tenido bastante. Pero no todos los momentos de su vida han sido igual de agradables, algo que sólo le da fuerzas y le anima a seguir adelante.
“Yo tomé la alternativa con 18 años, era un niño. Luego fui el torero novedad, y he pasado tambien por la etapa en la que te quieren cortar la cabeza y te arrean, la prensa, la afición, he pasado todas esas etapas cuatro o cinco veces en mi vida. He pasado la etapa de competencia directa, de tener que mantener tu sitio frente al gallito que llega, he vivido tres vidas de torero o cuatro. Y ahora voy a mi aire, pero siempre con la cosa del tícket, me gusta el reto de demostrar que estoy ahí, yo no entro a la plaza a pasearme. Nunca lo he hecho así, y el día que lo pensase me iría a mi casa”.
Lucha constante con los paparazzis
Su relación con la jovencísima Ana Soria y su mediático divorcio de Paloma Cuevas han propiciado un seguimiento exhaustivo por parte de los paparazzis que no se le quitan de encima. Aunque trata de seguir viviendo su vida con normalidad, sus apariciones públicas son complicadas y, incluso en la entrevista con Tendido Cero, su alerta permanente daba lugar a un divertido malentendido cuando confundía a uno de los cámaras con un invasivo reportero. “Yo es que ya no sé de dónde has salido”, se excusaba después con un periodista que entró en el ascensor y que pensó que le estaba siguiendo sin permiso. Sin embargo, se ríe de eso y no pierde el buen humor, y cuando le preguntan por su presente tiene clara cuál es la respuesta.
“Yo llevo mi vida. Trato de ser feliz y de no hacer daño. Y nada más”, dice.
Publicado en RTVE Televisión