La Real Maestranza se reconcilia con Gallito: “Fue un gran torero. Esas cosas ya pasaron a la historia”

El autor del libro, Paco Aguado, junto con el alcalde de Sevilla, el hermano mayor de La Macarena y el matador Pablo Aguado – Raúl Doblado.

Este martes se ha presentado la reedición del libro «Joselito el Gallo. El Rey de los toreros» en el Salón Colón del Ayuntamiento de Sevilla.

Por Jesús Bayort.

Sevilla se ha reconciliado con Joselito el Gallo. Ha tenido que pasar un siglo desde su muerte en Talavera de la Reina para que su figura sea reconocida en la ciudad. Lo de este martes no ha sido un acto más: ha sido el reencuentro del gallismo con Sevilla y con la Real Maestranza de Caballería. La presentación de la reedición del libro «Joselito el Gallo. El Rey de los toreros» se ha celebrado en el Salón Colón del Ayuntamiento de Sevilla y ha contado con la presencia del teniente de hermano mayor de la Real Maestranza, Santiago de León y Domecq, quien enterró la eterna disputa entre la corporación y el torero de Gelves por la construcción de la Monumental de San Bernardo: «Joselito fue un gran torero, reconocido por todo el mundo. Hay que quitarse el sombrero por él. Esas cosas ya pasaron a la historia».

«Joselito el Gallo. El Rey de los toreros» es la biografía que escribió el periodista Paco Aguado hace casi dos décadas y que se convirtió en pieza de coleccionistas e indispensable en cualquier biblioteca taurina. La editorial sevillana El Paseo sacó a la venta esta reedición el pasado mes de mayo y aún no había podido presentarla oficialmente por la situación sanitaria actual.

Esta presentación estaba enmarcada dentro de la extensa agenda que habían preparado la Hermandad de la Macarena junto con la Cátedra Ignacio Sánchez Mejías. Casi una veintena de actos que se han visto obligados a suspender y que, según ha anunciado el director de la cátedra, Juan Carlos Gil, se llevarán a cabo en 2021 bajo el título «Cien más uno».

El Ayuntamiento y los toros

El alcalde de sevilla, Juan Espadas, ha sido el encargado de abrir el acto y de poner en valor la figura de Gallito: «Este libro nos da la oportunidad de evocar a una figura del toreo y a un sevillano que es pieza básica para conocer la historia de la ciudad en un momento concreto. Y entender lo que Sevilla ha aportado, aporta y aportará al toreo. También es una oportunidad para hacer un guiño a todo el sector del arte y de la cultura de la mano del más grande. Comparto que ha sido un gran desconocido para la opinión pública en general».

El hermano mayor de la Hermandad de la Macarena, José Antonio Fernández Cabrero, explicó durante su intervención lo que motivó a la corporación a llevar a cabo este homenaje por el centenario de su muerte: «Hubo tres motivos principales: primero, la memoria selectiva para recordar lo bueno de nuestro hermano José; segundo, la prudencia para defender el presente del toro; y tercero, un optimismo desafiante para encarar el futuro. Si no somos nosotros, ¿quiénes? Esa es la pregunta que debemos hacernos cada noche los aficionados al mundo del toro. No hay deber que más descuide el hombre que el de ser agradecido».

«Nosotros no entendemos la Hermandad sin José. Como tampoco se entenderían todos estos actos sin el libro. Es una justicia con el torero y con el hermano. Por eso atacamos esto con rigor, imaginación y voluntad. Porque Joselito fue el precursor en nuestra hermandad de la asistencia social. Las becas han pasado a llamarse «Joselito el Gallo» porque José ya financiaba becas para Magisterio. De él aprendimos en la hermandad dos cosas: la diferencia entre ayudar y resolver».

El matador de toros sevillano Pablo Aguado también estuvo presente en el Salón Colón del Ayuntamiento y se bendijo la biografía gallista: «La historia siempre ha tendido a engrandecer la figura de Belmonte, pero hacía falta una biblia del gallismo para refrescar la memoria. Los dos fueron igual de determinantes para la tauromaquia, tal y como la conocemos hoy día. Todo lo que vemos en una plaza en la actualidad viene precedido por las bases de Joselito. Fue la cabeza pensante de su época: cada vez que un torero liga dos muletazos seguidos, aparece el espíritu de Joselito; cada vez que un toro embiste, aparece el espíritu de Joselito; cada vez que se habla sobre la figura del apoderado o veedor, aparece el espíritu de Joselito; o cuando vemos esas plazas con tanto aforo, aparece el espíritu de Joselito».

«Gracias a Paco Aguado se hace justicia y se equipara la figura de Gallito con la de Belmonte. Y podemos recordarlo como el torero determinante en la tauromaquia que conocemos hoy. Estará contento de ver cómo se le hace justicia a toda su labor, y en la casa de todos los sevillanos que es el Ayuntamiento», señaló el diestro.

«Se podría considerar una herejía que un madrileño venga a Sevilla a hablar de Joselito». Así comenzó su intervención el autor de la obra, Paco Aguado, quien recalcó el simbolismo de este acto: «Estar hablando en el Salón Colón del Ayuntamiento de Sevilla, cien años después de su muerte, tiene una concomitancia muy especial. No fue un torero antiguo, sino que fue el primer torero moderno. Hizo más cosas además de torear muy bien. No se trata de quitarle nada a Juan, sino de devolverle a José. Su figura ha estado un tanto oculta durante mucho tiempo debajo de la montaña literaria que representó Juan Belmonte».

«A partir de 1950 no se volvieron a publicar grandes cosas de José. Y se dejó de hablar de él. Me llamaba mucho la atención que cuando venía a Sevilla y hablaba con taurinos antiguos me decían que Joselito era el gran torero. Pero Joselito no estaba en Sevilla. La circunstancias de aquella época, la oligarquía y la aristocracia sevillana relegaron a Gallito porque se enfrentó a la tradición de Sevilla para modernizar también la ciudad. Hay una preocupación de Joselito por ampliar los aforos de las plazas de toros, de ahí que hubiera ese cierto enfrentamiento oculto con la Real Maestranza», señala el autor.

«Junto a José Julio Lissen, un nuevo rico, trabajó durante muchos años en aquel proyecto de la Monumental que le trajo tantos problemas. Hubo trabas por todas partes. Pudo estar en pie hasta que Joselito murió. Lissen se arruinó y no pudo defender la plaza. Ahí quedó ese espíritu y la implicación de Gallito por ayudar a su ciudad y a la hermandad de la Macarena».

«Que hoy estemos aquí es un acto de justicia. Que hasta la Maestranza se haya implicado en esa exposición es una reconciliación entre ambos. Gracias a la Hermandad de la Macarena, Sevilla se reconcilia con Joselito el Gallo. Estoy feliz y encantado de hacer esta reedición con una editorial sevillana que está apostando por la literatura taurina. Estoy feliz de que en el Ayuntamiento de Sevilla, delante del teniente de hermano mayor de la Real Maestranza, se le rinda tributo al Rey de los toreros», sentenció Paco Aguado.

Cerró el acto David González, editor de la editorial El Paseo: «Es un orgullo que se acoja aquí a un pequeño proyecto editorial, hecho en Sevilla hace cuatro años. Cuatro años en los que buscamos nuestra suerte editorial. Buscamos cumplir con el sueño de dejar libros imprescindibles en cada biblioteca. Este libro se hizo como una aventura en los momento más críticos de la pandemia. Le deseo mucha salud y mucha suerte al empeño gallista».

Monumento a Gallito

El hermano mayor de la Hermandad de la Macarena, José Antonio Fernández Cabrero, anunció que la estatua en homenaje a Gallito ya está terminada en Madrid y que se inaugurará el próximo 12 de diciembre en la plaza de la Esperanza Macarena, en un acto en el que se estrenará la marcha «Varales de oro», compuesta por Abel Moreno e interpretada por la Banda Municipal de Sevilla.

Publicado en ABC Sevilla

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