
Por Juan Carlos Valadez – De SOL y SOMBRA.
Sentado en una barra semi vacía acompañado de algunos fantasmales parroquianos se comenzó a tejer esta columna en una servilleta medio remojada de whisky y es que había que comentar que la tauromaquia en México marcha con buen ritmo hacia el próximo invierno, a raíz de que las figuras mundiales han comenzando a desembarcar en nuestro país.
Roca Rey ha sido el primero en aterrizar y demostrar que no venía de vacaciones. Sus triunfos en Aguascalientes, Guadalajara y Juriquilla dejaron constancia del gran momento que vive y de la seriedad con la que está asumiendo su temporada americana.
Picados en su orgullo sus alternantes nacionales intentaron defender su sitio ante su afición, algunos con éxito, otros no tuvieron suerte y otros de plano ni las manos pudieron meter ante la superioridad y mando del torero peruano. Joselito Adame fue uno de los que defendió su sitio en las dos actuaciones en las que alternó con Roca Rey.
Pero quién obtuvo la nota más alta fue Héctor Gutiérrez en Guadalajara, en donde demostró el gran momento que vive y que es un torero con un enorme potencial que se merece mejores oportunidades. Su pasado triunfo en el Nuevo Progreso debería de ponerlo a torear en los mejores carteles y con las principales figuras.
Vamos a ver si el sistema empresarial -generalmente miope- pone a torear a los jóvenes que de verdad están triunfado con fuerza en las principales plazas y mandan a la banca de un vez por todas a los que viven de glorias pasadas y que lejos de acompañarlos, parecen estorbarles, claro, con sus honrosas excepciones.
Entre esas honrosas excepciones nos encontramos con Leo Valadez, qué está enfrentando el otoño/invierno de su vida y dónde tendrá que demostrar que está listo para consolidarse como figura del toreo en nuestro país. Esté fin de semana tendrá dos oportunidades únicas en Monterrey y Guadalajara para refrendar lo realizado en su campaña europea. Que haya suerte.
Junto al nombre de Héctor Gutiérrez tenemos que poner el del torero que tiene mas emocionada y a la vez con el alma en vilo a toda la afición mexicana. Nos referimos al huracán Isaac Fonseca, ese torero michoacano que ha regresado a su país dispuesto a convertirse en figura del toreo, pero a diferencia de otros toreros, este lo quiere hacer sin almohadillas ni anestesia de por medio.

Su encerrona del día de muertos en Morelia es una declaración de guerra y una demostración de que en el toreo en México todavía hay toreros con casta y hambre, que están dispuestos a jugarse el prestigio y la vida, pero con la verdad por delante. Sin cuentos ni coba barata.
Además los toros elegidos para su encerrona terminan de una vez por todas con el mito de que no hay toros con trapío y kilos en el campo. Esté tipo de gestas demuestran que lo que no hay, en realidad, son toreros dispuestos a apostar fuerte y enfrentarse a reses que impresionen al aficionado por su trapío y seriedad. Por estas razones, independientemente del resultado, Fonseca ya se les fue por delante a varios de sus compatriotas y eso que el michoacano aún no hace su debut en nuestro país como matador.
Ahora, como todos sabemos los toros no tienen palabra de honor, pero por el simple hecho de debutar con seis pavos en tu tierra, apostado fuerte y jugándote tu prestigio en una ruleta rusa, para mi ya es un triunfo por adelantado. Esperemos que los toros lo respeten y que mañana por la noche estemos cantando el triunfo y el renacer de un nuevo orden en la tauromaquia mexicana. Porque señores, este torero SI viene a México a mandar y no para andar de chaperón o de mal tercio como algunos de sus compañeros.
Y ya para despedirme, la semana pasada quede muy sorprendido cuando vi en este plural y singular portal, que el más joven de los Adame tomará la alternativa el próximo 12 de diciembre en la ciudad donde la vida no vale nada y que lo hará de la mano de sus dos hermanos mayores: José y Luis David con toros de Begoña.
Menudo problema van a tener ahora los empresarios con los tres Adame circulando en el escalafón mayor, pero mientras la riata no se reviente, seguramente veremos espectaculares y carteles con los Adame al estilo de los tres Garcías en distintas ciudades del país anunciado su próxima presentación. Aunque más que los tres Garcías, creo que les vendría mejor una publicidad tipo el bueno, el malo y el feo.
En fin, con esta ultima me retiro recordándoles que “Todo, lo bueno y lo malo, deja un vacío cuando se interrumpe” decía Don Ernesto Hemingway.
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