El castellonense hace una de las mejores faenas de la Feria de Julio, pero la espada le impide tocar pelo.
Por Alicia P. Valverde.
Reaparecía Robleño en una plaza española -volvió a los ruedos el viernes en Mont de Marsan-, tras la cornada que sufrió en Pamplona el pasado 8 de julio, y tuvo que luchar contra un lote imposible y el viento: el primero de la tarde cumplió en el caballo, dejándose pegar en una suerte de varas poco afortunada. En banderillas se le cuidó con pocos capotazos, pero se vio que el toro se defendía echando la cara arriba, y así siguió, y a más en la faena de muleta. Robleño no pudo dar una serie completa, porque en cuanto intentaba bajar un poco la mano, el toro se venía abajo. No obstante, el animal quería ir y era noble, pero no podía con su alma. No alargó en exceso la faena, y falló con la espada.
Su segundo oponente, muy en Miura en el comportamiento, recortaba y rebañaba por el izquierdo ya en el saludo capotero. Fue el mejor en el caballo, porque empujó y aguantó dos varas muy buenas; pero en banderillas volvió a verse las dificultades de un toro con la cara muy suelta, echando gañafones bruscos. Destacó la brega de José Chacón. Demasiado hizo Robleño, intentado algún muletazo limpio con la media arrancada del miura, y el viento molestando constantemente. Si difícil era por el derecho, por el izquierdo fue imposible. Tampoco esta vez se entretuvo en hacer pesado un trasteo arriesgado y deslucido.
Paco Ramos paró a Divorciado por unas verónicas con la rodilla flexionada y una media arrebujada, respondiendo bien el toro por los dos pitones. Empujó en el caballo, empleándose metiendo bien la cara. En banderillas, sin embargo, el miura empezó a medir, y llegó a la faena guardándose las fuerzas: no embestía, iba al paso y midiendo siempre al torero. Le aguantó muy firme el castellonense, y consiguió algún muletazo suelto largo. Por el izquierdo, se quedaba más corto aún, reponiendo hasta pararse ya por completo sin querer pelea. Todo el mérito para el torero, que tragó mucho.
Quinto y sexto de la tarde llegaron esta mañana de Zahariche, ya que dos de los que llevaron el pasado miércoles se pelearon durante la desencajonada, teniendo que traer los ganaderos más animales. No obstante, el quinto fue devuelto tras el tercio de varas por estar visiblemente inválido. En su lugar salió un sobrero del Parralejo. Cuando Ramos se disponía a brindarlo al público, El Soro, que presenciaba la corrida junto al recordado banderillero Vicente Yángüez ‘El Chano’, tocaba una diana floreada. Desde los primeros tercios se vio que el toro iba a tener mucha movilidad y prontitud, pero un punto de mansedumbre que le hacía irse suelto, y así siguió en la muleta: con una movilidad más de público que de torero. El castellonense tuvo la enorme virtud de saber recogerlo, dejándole la muleta muy puesta en la cara, ligando series hondas y toreras. Cuando el toro se vio obligado, sus miradas a los adentros ya fueron descaradas. A pesar de todo, tuvo virtudes suficientes como para permitirle abrir la puerta grande. Una pena el repetido fallo a espadas… Todo quedó en una vuelta al ruedo.
Mientras Chover banderilleaba a Palillero, se cerraban los colegios electorales en España. Antes había sido mal picado, aunque excelentemente lidiado por Daniel Duarte. Llegó a la faena de muleta muy parado este tercero, sin humillar nunca, blandeando y, lo que es peor, no queriendo seguir el muletazo. El torero no supo extraer nada lucido, aunque la empresa era harto complicada. Lo mató de una estocada casi entera atravesada, que necesitó del uso del verduguillo para acabar con la vida del toro.
Cerraba la feria un toro muy miureño, con embestidas cortas, rebrincadas y violentas, pero la actitud desconfiada de Chover no ayudó a mejorarlas. Sin entendimiento alguno por ambas partes, decidió ir pronto por la espada y acabar ese pequeño calvario que estaba pasando, de torero poco placeado.
FERIA DE JULIO DE VALENCIA
- Plaza de toros de Valencia. Domingo, 23 de julio de 2023. Cuarta de feria. Tres cuartos de entrada. Se lidiaron toros de Miura, y un sobrero (5º) del Parralejo, aplaudido en el arrastre.
- Fernando Robleño, de azul marino y oro. Pinchazo hondo desprendido, media arriba un poco perpendicular y descabello (silencio). Dos pinchazos y estocada (silencio)
- Paco Ramos, de verde manzana y oro. Dos pinchazos, media tendida y trasera (saludos). Cinco pinchazos y estocada tendida y atravesadilla (vuelta al ruedo).
- Jesús Chover, de blanco y oro. Casi entera atravesada y dos descabellos (silencio). Bajonazo (silencio)
Publicado en ABC