La décima cuarta corrida de la Feria de San Marcos en Aguascalientes, finalizó con dos orejas para el mexicano Octavio García “El Payo” y una para el español Alejandro Talavante.
El también mexicano Leo Valadez no obtuvo apéndices en la Monumental que registró tres cuartos de entrada, mientras que los toros de Bernaldo de Quiros descastados y justos de trapío, fueron protestados por un sector del público durante todo el festejo.
La crispación acumulada por el mal ganado durante San Marcos 2024, arreció cuando el primero de la tarde se cayó sucesivamente en el primer tercio. Al torero Talavente pareció servirle. Al público no.
El siguiente de Alejandro Talavante dobló las manos un par de veces. El español inició la fase de muleta de rodillas. De tener un bravo enfrente seguramente hubiese sido arrollado, pues el espada perdió el paso al incorporarse.
El extremeño quiso ligar, pero el toro se iba al suelo. Su embestida a trompicones la resolvió Talavante con pases en semirredondo por ambos pitones. Se adornó con un par de trincherazos y algunos cambios de mano.
Tras matar al primer intento con una estocada caída, pero de efectos rápidos, celebró el extremeño con euforia. Le dieron una oreja y no faltaron los abucheos para los restos del astado.
Fue una tarde de triunfo para ‘El Payo’, que lanceó con medias verónicas a su segundo de la tarde que padecía la inercia de caerse al igual que sus compañeros de chiqueros. Con la muleta desplegó una actuación a media altura dándole tiempos al toro. Realizó tandas ligadas quietas y de correcta factura. Todo lo hizo con parsimonia, como no podía ser de otra manera con el débil ejemplar. Extendió su labor con adornos, recursos y desplantes de ejecución atropellada y mató de una gran estocada que le abrió la puerta grande..
El triunfador del festejo empezó su actuación con un toro sin mucho trapío, pero que tenía la intención de querer tomar los engaños. Pero el motor y las patas le dieron apenas para dos series.
El resto de su larga presentación fueron suertes sueltas, hasta que señaló una media estocada, pero el toro vendió cara su mala fortuna y tuvo que recurrir al descabello. Pitos en el arrastre para el toro.
No tuvo suerte con los toros en esta feria Leo Valadez. El tercero cárdeno era un inválido y tuvo que ser sustituido por un toro mal presentado y de escaso recorrido, que además también se fue al suelo como algunos de sus hermanos. Valadez ejecutó un tercio de capote vistoso, banderillas con oficio y toreó con ganas de hacer las cosas bien y sin prisas con la muleta. Tras esto, surgió el tremendismo de Valadez con el Bernaldo de Quiros ya exhausto, una acción infructuosa que además consumió muchos minutos de los presentes. Mató tras varios intentos y se retiró en silencio, mientras que para el toro de BdeQ hubo protestas.
Cerró plaza el animal más chico del encierro, que tuvo las mismas dificultades para desplazarse que los demás. Su mansedumbre desató el descontento acumulado en el tendido, y se armó la grande en la plaza. Ante esto, un desconcertado Leo Valadez sacó la casta para intentar callar a los inconformes y meter al manso en su muleta. De frente se asomó al contrario con la mano izquierda logrando instrumentarle una tanda. Pero los aficionados con sus quejas obligaron al matador local a terminar con el cuadrúpedo lo más rápido posible. Lo hizo con acierto. Palmas para el torero, mientras que para el de Bernaldo de Quiros no hubo más que reproches.
Por Borja Ilián – Publicado en Yahoo News
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