Por Alan Rogel – De SOL y SOMBRA.
La cuarta novillada de la Plaza México fue tristemente muy pobre en toreo, arte y emociones taurinas, por lo que a continuación apreciado lector encontrará los 6 detalles que considero mas oportunos de destacar:
(1) Ayer se congregaron a las afueras de la Plaza de Tintoreto un pequeño grupo de antitaurinos que para muchos representó la emoción más vibrante de la tarde al tratar de cruzar entre su bullicio. El mundo taurino mexicano necesita una sacudida para que sus miembros se pongan a hacer algo más allá de quejarse amargamente porque es innegable que las regulaciones pro animales están avanzando con fiereza.
(2) Es reprobable que el rejoneador Sebastián Torre se haya adjudicado una vuelta al ruedo, poniendo por delante (literalmente) al Forcado Mexicano de la pega, quien por supuesto debía llevarse las palmas (ojo, exclusivamente él en lo individual merecía el reconocimiento, pues sus colegas forcados apenas hicieron lo que les correspondía).
(3) A últimas fechas, a los toreros y novilleros les da por brindar el toro al público, cual si eso sumara para que corten orejas o para que no sean tan duros con ellos, pero creo que los buenos modales en el toreo indican que un toro se debe brindar al público cuando realmente se piensa que se le va a poder hacer faena, lo cual, en mi opinión, dudo que lo haya pensado Jorge Rizo que ha sido lo más endeble hasta esta fecha en el quehacer novilleril: no quiso llevar a su novillo al caballo, toreó, si así se le puede decir, a metro y medio de distancia y descabelló hasta que se cansó después del segundo aviso.
(4) Pérez de Pauloba puso sobre la mesa el único momento excitante de la corrida cuando se decidió a cubrir el segundo tercio. Sin embargo, el final de su faena me hizo una vez más cuestionarme: ¿Quiénes asesoran a estos muchachos? Me queda claro que sus “asesores” no conocen el Reglamento. Este chico de Querétaro se tiró a matar y metió ¾ de espada que lo obligaban a usar el descabello, pero Pérez de Pauloba tuvo a bien sacar la espada y hacer la suerte suprema otras dos veces.
(5) Emiliano Villafuerte tuvo tres destellos que se agradecen: que hiciera quites a su novillo, su intento de torear templado y su valor. Aún le falta mucho por trabajar a Emiliano, pero bien llevado y dándole oportunidades, podría ser un elemento bueno de la cantera mexicana; y…
(6) Deja mucho que pensar que los novilleros no se atrevan a hacer quites a los novillos de sus alternantes. Estos chicos tienen muy pocas oportunidades de mostrarse y las que tienen las desaprovechan. Además, ayer ni se despeinaron los novilleros, sus trajes ni una gotita de sangre mostraban y no me malentiendan, no es que sea tremendista, pero esto demuestra cuánto se arriman…
Hasta la próxima.
Twitter @AlanusIV
Una respuesta a “Los 6 detalles 6 de la cuarta novillada en La México.”
Hace unos años hubo un detalle grotesco a propósito de los brindis sin ton, ni son que hacen los novilleros. Uno de los muchachos se dirigió a brindar a un personaje de la política, pero resulta que tal homenajeado se había levantado al baño, el novillero en lugar de prescindir del brindis o realizarlo a otra persona, esperó pacientemente a que regresara el susodicho político, mientras los peones se daban vuelo tocando al novillo en el burladero, en uno de esos toques, el novillo se despitorró desde la cepa. En ese momento debió de haberse cancelado el bridis, pero no, el apoderado en lugar de decirle que desistiera de brindar, sólo se quedó mirando y como en ese momento reapareció en su barrera la persona a quien se dedicaría el brindis, el muchacho seguía empeñado en brindarle, por si fuera poco, el novillo se aquerenció en ese lugar y vimos una escena totalmente absurda cuando el novillero se metió al callejón a brindar por fin al político de marras ¿De que sirvió tanta espera? En cuanto salió a enfrentar al burel, la gente le chilló, exigiéndole matar al animal, quedando mal él, las cuadrillas y el homenajeado.