Guadalajara: Los toros de Los Encinos no tuvieron suerte en el sorteo.

Juan Pablo Sánchez en Guadalajara.
Juan Pablo Sánchez. Foto Emilio Mendez / Cultoro.

Por Juan Carlos Valadez De SOL y SOMBRA.

Guadalajara, Jal.- La Nuevo Progreso lucia esplendorosa como siempre lo hace en su temporada grande, la tarde soleada y sin viento presagiaba una tarde épica, todo esto aunado a que en los corrales de la plaza había seis toros bien presentados de la ganadería de Los Encinos, dignos del mejor escenario del mundo.

Y la tarde fue del ganadero. Hubo toros en Guadalajara pero no toreros.

Ha sido una pena ver como el encierro de Los Encinos se ha ido inédito en la muleta de tres matadores que no han dicho nada por diferentes circunstancias, salvo Juan Pablo Sánchez que ha estado más entonado por momentos, el resto ha sido para el olvido.

Y es que todo cambia cuando sale el toro: cada lance de la lidia cobra autenticidad y se pondera, mientras que en los tendidos se suspenden los ánimos y se valoran mas las acciones, con distinto grado de acierto, pero siempre con el mérito de tener un toro delante y el respeto que ello merece.

La entrada apenas rebasó la media entrada, pero el ambiente se sentía de lleno.

Ha sido una pena ver a un torero como Alejando Talavante deambular por la plaza del Nuevo Progreso como un fantasma o mas bien como un toreo desalmado. Talavante se comportó ayer como un conformista y gran ventajista, muy por debajo en todo momento de sus toros.

Talavante, el mismo que rechazó tres tardes en Sevilla por faltas de respeto a su categoría, ha dado otra exhibición en su “temporada americana” de que vive su peor momento profesional. Su actuación ha sido desconcertante. El público se ha dado cuenta y se lo hicieron saber desde los tendidos. Hasta los que lo aplauden todo se lo hicieron saber.

Aún así tuvo el detalle de regalar un toro, tan solo para estrellarse con sus dudas. Arrastrado el último de la tarde la gente se puso en pie para esperar la salida de Alejandro Talavante. Le iban a decir cuatro cosas.

A Joselito Adame le vale todo. Piensa que el toreo es una carrera de cien metros y así ejecuta el toreo. Su concepto lo convierte en el rey del trapazo del escalafón. Sus faenas, tan despegadas del toro y tan vulgares impactan cada ves menos. Ha cambiado el toreo bueno por el efectivo y si alguna vez apunto buenas maneras hoy esta convertido en un torero bullanguero y gracias a eso se llevo una oreja de su primero.

¿Qué es torear ? Torear es cargar la suerte, ligar los pases y embeber al toro en los vuelos de la muleta. Y todo ello hacerlo con sentimiento, con aroma, con elegancia, con temple, con torería… ¿Cuál es la técnica de Adame? Citar fuera de cacho, al hilo del pitón, dar un medio muletazo, rectificar los terrenos, alinearse con el pico de la muleta, torear despegado…

Su segundo era de verdad un toro de rabo, para deletrear el toreo y con el Adame se harto de ejecutar pases por docenas fuera de cacho y con el pico por bandera. Menos torear hizo de todo. Los gritos de ¡toro, toro! en un punto de la faena le habrán caído como lápidas de concreto al que alguna vez nos quisieron vender como la primera figura México.

Mal administrado lo han saturado de corridas y le han hecho creer algo que no es, pero ayer en Guadalajara ha comprobado que así como estuvo es uno mas del montón, porque el toro y la seriedad de la Nuevo Progreso lo han desnudado y lo han dejado ver como realmente es; un torero cuña. Pero eso si, un torero cuña internacional.

Tristemente la carrera de Joselito como supuesta figura ha durado menos que el cantar de un gallo, porque las figuras llenan plazas y en tardes como las de ayer sacan la casta. Y José (sin el lito) ni lleno ni triunfo. Fuera de las principales ferias de España está temporada, apostará nuevamente por San Isidro para retomar oxigeno, pero de seguir así y no recomponer el camino, su carrera puede acabar o quedarse en el punto en el que esta ahora: estancada.

Juan Pablo Sánchez apunta pero no dispara, lo hemos dicho mil veces, pero le falta corazón. No esta exento de valor pero tampoco esta sobrado de garra.

Sentir el toreo es un don, decía el maestro Joaquín Vidal. Se puede aprender la técnica, la colocación y los terrenos; se puede aprender a torear; se puede ganar en ilusión y motivación, se pueden llegar a conocer los misterios de la lidia… Pero Juan Pablo, no se puede aprender a sentir. Se puede ser un lidiador o un artista: se puede ser un honesto profesional o estar tocado por el pellizco, pero hay que sentir. La oreja que le corto a su segundo, fue en realidad un premio muy justito ante la calidad del astado.

Que malo en esta carrera debe ser venir a Guadalajara, como la tercia de ayer y que te salga un corridón de toros que te deje en el más amargo de lo insignificante.

Por cierto, felicidades para el ganadero del hierro de Los Encinos.

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3 respuestas a “Guadalajara: Los toros de Los Encinos no tuvieron suerte en el sorteo.”

  1. Adame está convertido en un diestro ventajista y chabacano, arte no tiene. profundidad tampoco, torea de manera muy despegada y a toda velocidad, como si trajera prisa por irse de la plaza; ese apodo puesto con calzador de “el torero de México” lo va a perjudicar más que beneficiarlo. Que le de gracias a Dios que ese toro corrido en 5º lugar no le salió en Madrid, porque si no ahorita estaría lamentando su fin.

  2. Rey del trapazo…das risa Juan Carlos, y a ver si te enteras que para escribir de toros hace falta más que manos y sentarte en el tendido a beber una cerveza

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