Ocho con Ocho: La final en Arroyo Por Luis Ramón Carazo.

Cristian Antar durante su actuación del pasado sábado en Arroyo.

El sábado próximo 7 de septiembre de 2019, en la plaza de Arroyo a la una de la tarde con novillos de diferentes ganaderías; Sebastián Ibelles y Cristian Antar por sus actuaciones precedentes, ganaron el actuar en mano a mano como máximos triunfadores de los festejos novilleriles, muy bien organizados por la empresa que comanda Pepe Arroyo.

En el transcurrir de la novillada del 31 de agosto de 2019, me fue muy gratificante platicar con un ganadero de nuevo cuño, Sergio Hernández Cosío de Santo Tomás y confieso que le percibí muy entusiasmado por la actividad que hereda desde sus bisabuelos paternos propietarios de Rancho Seco y también de los fundadores de Piedras Negras, los González. Descendiente de esa familia fue doña Beatriz madre de Sergio, padre de su papá. Su abuelo materno es propietario de La México.

En Teziutlán recientemente, indultaron a un toro de su ganadería de nombre Ascolano lidiado con muy buenas maneras por Luis Ignacio Escobedo, torero zacatecano que busca con denuedo mejores alturas.

Esas familias están muy comprometidas con el toreo y da gusto escuchar que ya la más reciente, esto es, Sergio a los 22 años; emplea muchos de sus fines de semana en estar al pendiente de su hato.

Recordamos que en La México el 11 de marzo de 2018, al finalizar la novillada tlaxcalteca de Santo Tomás, fue muy emotivo ver que Sergio al ser requerido por la afición (después de la lidia de seis novillos con muchas cualidades positivas) invitó a su caporal José Pozos Valencia quién lo acompañó en el periplo.

Hecho poco común en México, dónde generalmente pasa desapercibida la figura del caporal, quién día con día convive con el ganado y siempre está al pendiente a lo largo del año de todas sus necesidades, para compartir con el propietario (quién también le invierte mucho tiempo) el merecido homenaje a la codicia, estilo, clase y nobleza de los astados.

Los Anales del toreo contabilizan también notables ejemplos de familias muy tradicionales en la crianza de bravo, afición y oficio que ha ido pasando de generación en generación. Tal es el caso de Rancho Seco cerca de cumplir 100 años de fundada y por supuesto Piedras Negras, más longeva. Y ahora las ganaderías que se han derivado de sus troncos, cada una con sello propio y empadres distintos.

Curiosamente el ganado que se lidió el sábado 31 de agosto de 2019 en Arroyo, es la única ganadería de la que tenemos referencia que se ubica en la capital del país, en la alcaldía de Tlalpan en El Ajusco. Pedro Haces e Hijos son ganaderos de reciente cuño y entiendo que su pie de crianza es el de Los Ébanos, ganadería que fuera de Manolo Martínez hace años conformada por diferentes madres y padres provenientes principalmente de San Martín.

En el encierro predominó la nobleza, pero sólo se conjugó a plenitud con humillación y recorrido en el tercero de la tarde Paellero, astado que le correspondió a Cristian Antar; el mexiquense recibió dos trofeos otorgados por el juez de plaza matador Gilberto Ruíz Torres, ante la petición popular por la faena con temple que instrumentó.

Un trofeo se llevó Juan Pedro Llaguno por su aseado quehacer taurino.

Curro Durán y Ramón Jiménez, toparon con dos astados que por sosos no fueron materia prima dúctil e incluso Ramón Jiménez sufrió una cornada cuando ejecutó en el tercio de banderillas (emulando a Javier Escolar El Fraile quién el 15 de enero de 1984 lo logró en La México casi con perfección a un novillo de Sergio Rojas) en el par de cortas al quiebro de rodillas que le resultó medio de sobaquillo y además sufrió un percance. Es muy fresca la propuesta de mi tocayo, ojalá se recupere pronto.

Durán es de Utrera en España y es hijo del triunfador en España principalmente, en los años ochenta del siglo pasado con los mismos nombres de guerra: Curro estuvo presente en el festejo y padeciendo seguramente al ver que la materia prima no fue ideal para que triunfara su vástago, quién no pasó desapercibido.

Las cuadrillas como ya es buena costumbre, hicieron brillar la plata.

Esperemos que el festejo final en Arroyo nos depare la agradable sorpresa de ver novillos con posibilidades y novilleros que en la medida de su experiencia aprovechen la oportunidad que es de oro, dicen que la esperanza en cualquier actividad humana es la última que perece y lo relatado nos deja un grato sabor de boca que hace concebir buenos augurios en lo que sigue, en el nublado mundo del toreo.

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