Un circo, la nueva encerrona “insurgente” de Joselito Adame.

¿Pero qué le preocupa a José Guadalupe? Si al final sus partidarios y acarreados esta noche le jalearán todo, pero ojo, otro triunfo de cartón solo reafirmará lo que todos sabemos de este torero; que nunca supo reinventarse y que lejos de revalorizarse, tendremos que seguir tolerando como primera figura a un torero pensionista (que seguirá viviendo de sus efímeras glorias pasadas) por el tiempo que dure su carrera.

Por Juan Carlos Valadez – De SOL y SOMBRA.

El golpe mediático de José Adame ha llegado más temprano este año con la tradicional “Corrida de la Insurgencia” que se realizará esta noche en San Miguel de Allende Guanajuato y que en esta ocasión tiene como gran atractivo la encerrona en solitario del mayor de los Adame. De esta manera el diestro hidrócalido ha querido darnos la impresión de que quiere apostar fuerte, para dar un toque de atención en este inicio de la temporada 2020 con un golpe publicitario que reviva su alicaída carrera.

Porque precisamente un duro golpe en la mesa es lo que necesita el hidrócalido para convencer a la afición mexicana de que todavía tiene algo que aportar al toreo, ya que a pesar de llevar varios años en los más altos puestos, aún no termina por ser reconocido por la mayoría de los aficionados de su país que le siguen negando el título de figura del toreo.

Muy pendientes de la encerrona seguramente estará toda la crítica taurina nacional (si es que existe todavía en México), que le prestará gran atención a la nueva “apuesta” de Adame I, que está noche va a encerrarse en solitario con seis toros de diversas ganaderías, con el riesgo añadido de que alguno de los bicornes tenga algo de picor y le ponga la noche de cabeza cómo ya le sucedió en su pasada encerrona en la Plaza México en donde fracasó rotundamente en lo artístico, en un festejo gris y triunfalista que finalmente no convenció a nadie.

Por eso esta noche se la juega a cara o cruz -aunque en un escenario menor hay que recalcarlo- pero con la presencia de las cámaras de televisión, en un espectáculo a modo porque ya sabemos que los comentaristas para la gran ocasión han sido contratados y seleccionados por la misma administración del torero. Así que cualquier resbalón se minimizará y cualquier alarde se exagerara al máximo. Algo que en realidad no es nuevo en la carrera publicitaria de esta figura mediática, que no del toreo, porque las verdaderas figuras del toreo no necesitan tantos reflectores para suplir sus carencias artísticas y taurinas en el ruedo como en el caso de José Guadalupe.

Muy atrás han quedado ya los grandes compromisos desde que fue expulsado de España por su incapacidad de poder consolidarse como figura del toreo y lo que ha quedado de aquel torero, es un toreo frío que sigue cuidando al máximo sus actuaciones lidiando ganado bobalicón y tapando alternantes que le incomodan.

Sin embargo este año ha decidido que tiene que ser el de una nueva explosión, y quiere demostrarle a la afición que todavía atesora capacidad y variedad de sobra para volver a anunciarse en una encerrona en donde seguramente lo veremos picar desde un caballo, recetarnos sus quites “churrigurescos” por zapopinas, poner banderillas (malamente como lo hace últimamente) y hacer cualquier tipo de suertes chungas para justificarse durante la lidia de sus seis toros, ya que al ser un torero tan corto en lo fundamental, tendrá que sacar de la chistera su amplío repertorio de mañas fiesteras como lo hizo el pasado viernes en Juriquilla, en donde su toreo fue un compendio de vulgaridad y destoreo de muy altas proporciones.

Para la ocasión, José enfrentará seis hierros diferentes de las ganaderías de Xajay, Marrón, Barralva, Santa María de Xalpa, Julián Hamdan y De la Mora. Es extraño pero para está ocasión no opto por los hierros de Teófilo Gomez y de Montecristo que en su pasada encerrona en la Plaza México le arruinaron la tarde su calidad y bravura. En resumen, en el ganado seleccionado no observamos nada fuera de lo ordinario si analizamos con atención lo que lidiará, es más de lo mismo y no hay ninguna gesta que destacar.

La duda será si los despitorrados toritos de esta noche imponen respeto por su casta, porque ya sabemos que la casta en estos eventos no es bienvenida, ya que la coartada que emplean los taurinos para estas ocasiones es que sólo los toros nobles son los que “sirven” para torear. Es triste pero los taurinos de hoy tienen una concepción utilitaria del espectáculo y su aspiración es que el toro moderno tenga, en lugar de casta, vocación de servicio. Cómo la de algunos de sus veedores.

Ahora, es indudable que el primer triunfo o fracaso de la encerrona radicará en el trapío de los toros que habrán de lidiarse esta noche en San Miguel, porque si analizamos sus últimos dos festejos en Juriquilla y Moroleón, el ganado fue impresentable para una supuesta figura del toreo. Pero si nos vamos un poco más lejos a sus encerronas de Pachuca (2014), Aguascalientes (2015) y la Plaza México (2016) aquello fue prácticamente igual.

Así que esta noche seguramente lo veremos lidiar toros de chile, de dulce y de manteca, pero poco importará realmente ya que a los nuevos aficionados y a los viejos “adoctrinadores” el trapío del toro les resulta igual. Lo de hoy en la “fiesta de los toros” es pasárselo a lo grande; y para eso será mejor siempre el medio toro comercial que los torazos de Las Ventas o de Tlaxcala. Porque como se dice en el argot pachanguero: La fiesta es la fiesta y mientras haya aficionados animados en busca de pachanga, tequila y cerveza, ya puede aparecer un gato con cuernos en el ruedo, que todo les da lo mismo.

Estos factores solo nos confirman que los nuevos taurinos que manejan nuestra fiesta han alcanzado el secular sueño de sus ancestros, y que para su suerte las autoridades de todas las plazas del país los bendicen. La triste realidad que nos dejan estos taurinos nouveau es que ya no habrá nunca más toros bravos, pero la fiesta no faltará. Así es la realidad de la fiesta de los toros hoy, tal como la quieren los que de ella viven.

¿Pero qué le preocupa a José Guadalupe? Si al final sus partidarios y acarreados esta noche le jalearán todo, pero ojo, otro triunfo de cartón solo reafirmará lo que todos sabemos de este torero; que nunca supo reinventarse y que lejos de revalorizarse, tendremos que seguir tolerando como primera figura a un torero pensionista (que seguirá viviendo de sus efímeras glorias pasadas) por el tiempo que dure su carrera.

De verdad que estos taurinos no tienen arreglo. Lo más triste es que esta fiesta en manos de toreros como José Adame es un trapo de fregar. Si de verdad José Guadalupe quisiera relanzar su carrera, se tendría que haber encerrado en un escenario de mayor peso, con toros de diferentes encastes y no en una pachanga insurgente.

Twitter @Twittaurino